En la mesa redonda "Violencia contra las personas adultas mayores: situación y desafíos en Costa Rica", especialistas en trabajo social y gerontología ofrecieron información y consejos para alertar a las personas adultas mayores ante la creciente violencia que sufre esta población.
Dicha actividad se realizó el 16 de junio como parte de la celebración del Día Internacional de la No Violencia contra las Personas Adultas Mayores, en el marco del 25 aniversario del Programa Integral de la Persona Adulta Mayor (PIAM) de la UCR.
La M.Sc. Marianela Parks trabajadora social y gerontóloga del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología “Dr. Raúl Blanco Cervantes”, informó que año con año aumenta la cantidad de situaciones de violencia que atiende el Comité de Estudio Integral del Anciano Agredido y Abandonado en este hospital, lo cual es alarmante.
En este centro de salud se atienden en promedio 800 casos al año, en el 2010 se atendieron 685 casos y en lo que va del presente año 178 casos de diferentes tipos de violencia, entre ellos: psicológica, física, patrimonial y sexual. Según Parks, la más frecuente es la violencia patrimonial, que tiene que ver con la toma de decisiones en cuanto a los bienes que poseen las personas mayores, que van desde la pensión hasta propiedades.
Según la especialista, este tipo de problemas se dan en muchas ocasiones, porque las personas mayores distribuyen anticipadamente sus bienes entre sus hijos y una vez que lo hacen ellos no quieren asumir ningún tipo de responsabilidad con la persona mayor, incluso se niegan a recibirlos en sus casas.
Para combatir este problema, Parks opina que se debe replantear otras formas de abordar la situación de maltrato hacia las personas adultas mayores a través de la construcción de una cultura de paz hacia esta población de parte de las personas, familias y comunidades.
Por su parte, la M.Sc. Zaira Porras, trabajadora social del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAM) mencionó que uno de los tipos de maltrato más frecuentes es la violencia institucional, que ocurre en las instituciones públicas, especialmente en los hospitales.
Explicó que el CONAPAM recibe más quejas cada año, en el 2008 recibió 1156, en el 2009 1849 y en el 2010 hubo 1790 quejas. Sin embargo, existe un gran subregistro de estas situaciones debido a que las personas adultas mayores no suelen denunciar.
Porras aconsejó a las personas mayores que denuncien ante las jefaturas, contralorías de servicios e incluso en instancias judiciales cuando reciben algún tipo de maltrato.
La Dra. Teresita Ramellini, del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM), señaló que la sociedad obliga a pasar de la diferencia natural a la desigualdad social, pues se coloca aparte todo lo que sea diferente, se critica y se excluye a los otros.
Destacó que las personas adultas mayores tienen un gran poder que es el poder de acompañamiento y deben aprender a ejercer sus derechos y para eso deben tomar en cuenta la diversidad de las personas y el poder que cada uno tiene.
Para mejorar la inclusión de las personas mayores se necesitan relaciones que no opriman, que no exploten, relaciones justas y equitativas, y para eso “tenemos que revisar todos los días si somos solidarios y solidarias”, dijo la Dra. Ramellini.
La actividad contó con la participación de la Licda. Fanny Arce. Asesora legal Vicerrectoría de Acción Social y la M.Sc. Marisol Rapso Brenes, coordinadora del Programa Integral de la Persona Adulta Mayor (PIAM).© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: diciembre, 2024