Representantes de la Universidad de Costa Rica y de la Michigan State University (MSU) de Estados Unidos, firmaron este lunes, en la Sede Rodrigo Facio, una carta de intenciones dirigida a establecer un compromiso de colaboración por cinco años entre ambos centros de educación superior. Este será el primer paso para concretar un acuerdo bilateral entre la Escuela de Ingeniería Agrícola, de la Facultad de Ingeniería de la UCR y su homólogo en la universidad estadounidense, el Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola (BAE).
Así lo dio a conocer este lunes el director de la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Costa Rica, el M.Sc. José Francisco Aguilar, quien en conjunto con la vicerrectora de Docencia, la Dra. Libia Herrero Uribe y la directora de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa, la Dra. Ana Sittenfeld Apple, recibieron a una delegación de la MSU encabezada por el profesor Ajit K. Srivastava, coordinador del Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola en esa institución.
Como parte del acuerdo, se plantea que este departamento brindará apoyo en la revisión de la oferta actual de la Escuela de Ingeniería Agrícola y el desarrollo de programas de grado en Ingeniería en Biosistemas en la Universidad de Costa Rica, con posibles concentraciones en ecosistemas, ecología, bioenergía, biocombustibles, postcosecha, tecnologías de la información y agricultura de precisión.
El convenio también fomentará el intercambio de personal docente y estudiantes con el propósito de dar capacitaciones de corta duración, talleres, cursos, internados y espacios de investigación, así como la posibilidad de formación de posgrado (maestría y doctorado) para personal docente de la UCR en diversas áreas de Ingeniería en Biosistemas en la MSU y otras universidades de Estados Unidos.
Como producto de esta alianza, se plantea también la posibilidad de colaborar en la búsqueda de fuentes de financiamiento en áreas de interés mutuo para ambos centros de enseñanza que se concretarían específicamente en el establecimiento de un Centro Internacional para el Manejo de Ecosistemas Tropicales Sostenibles de carácter multidisciplinario.
Para la vicerrectora de Docencia, esta colaboración demuestra una vez más el profundo interés por parte de la UCR en movilizar esfuerzos hacia la revisión de sus ofertas académicas actuales y el diseño de programas académicos transdisciplinares y de una alta relevancia social.
“Pienso que esta iniciativa reúne las diferentes visiones sobre transdisciplinariedad que la institución ha venido estudiando en los últimos años. Por lo tanto estamos muy felices de haber comenzado con esta negociación. Y más felices aún de contar con el ejemplo, la experiencia y el padrinazgo de la Michigan State University para tal efecto” comenta la Dra. Libia Herrero, tras la primera reunión sostenida este lunes.
Un escenario de ganar-ganar
La idea de establecer un convenio nació en 2007, a partir de un análisis situacional efectuado por la Escuela de Ingeniería Agrícola y la Oficina de Planificación Universitaria. Los resultados arrojaron la necesidad de abordar el plan curricular como factor fundamental en cualquier acción estratégica que la Unidad Académica fuera a realizar para su proceso de mejora. De ahí a la búsqueda de apoyo y asesoría en especialistas reconocidos en otras universidades para fortalecer el currículum fue sólo un paso.
“Tras conversar con varios expertos en el tema, en el 2009 hicimos una visita al Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola de la Michigan State University, una escuela centenaria que ha mostrado una evolución ejemplar desde la concepción de Ingeniería Agrícola hacia un enfoque de Biosistemas. Ahí tocamos las puertas y la búsqueda resultó ser bastante positiva” explicó el director de la Escuela de Ingeniería Agrícola, el M.Sc. José Francisco Aguilar.
Tan es así, que esta semana está visitando el país una delegación de siete profesoras y profesores y una estudiante de posgrado, quienes estarán impartiendo conferencias y participando activamente de las sesiones de trabajo que se están dando para cada concentración. Ellos, en conjunto con el equipo docente de la Escuela de Ingeniería Agrícola revisarán el currículum académico, discutirán los temarios y evaluarán los megaproyectos inscritos en la unidad para afinar los futuros laboratorios de investigación.
Los beneficios para la Universidad de Costa Rica están claros. Y para la Michigan State University no lo son menos, pues con la entrada en vigencia de este convenio, la Universidad de Costa Rica se convertirá en un centro estratégico de operaciones y un valioso laboratorio para la investigación en ecosistemas tropicales, lo que le otorga al país un atractivo único para este centro universitario.
“Definitivamente este es un buen punto de inicio. Basándose en los objetivos comunes de ambas universidades no nos queda más que pensar en una situación ganar-ganar. Costa Rica es un laboratorio natural de ecosistemas tropicales”, argumentó Aguilar.
Durante esta semana se llevarán cabo diversas actividades de información y reuniones de negociación para definir las acciones concretas que resultarán de este acuerdo, el cual, dependiendo de las acciones específicas para cada objetivo, podría estar listo para comenzar a implementarse en un periodo de seis meses.