6 abr 2011Vida UCR

“Y esos lugares nos dan amigos, hermanos…compañía, risas y por qué no, un regalo de navidad…También hay fiestas, bailes y muchos disfraces…Y muchos llegan a iniciar su camino…Y entre expectativas, nuevos hermanos entran…Porque no es solo un lugar. Es nuestro hogar…”

Este párrafo hecho poesía de los residentes de la Universidad de Costa Rica (UCR) en febrero de 2009 es el mejor aperitivo del libro de la M.Sc. María Gabriela Regueyra Edelman; “Las Residencias: un servicio estudiantil en construcción permanente”, para dar a conocer la realidad de las personas usuarias de estos servicios en el ámbito universitario.

En el libro se exponen elementos para comprender, administrar y gestionar el servicio de las residencias, elaborados a partir de las necesidades y experiencias de los y las jóvenes que han utilizado los servicios de las residencias.

El INIE realizó la presentación oficial de la propuesta el 16 de marzo, en el auditorio de la Facultad de Educación. La actividad contó con la presencia de la Mag. Alejandrina Mata Segreda, profesora de la Escuela de Orientación y Educación Especial; la Mag. Lorena Molina Molina, profesora de la Escuela de Trabajo Social; la Mag. Mayela Avendaño Salas, directora del Departamento de Bienestar Estudiantil de la Universidad Nacional y el estudiante José Arturo Padilla Chinchilla por parte del Instituto de Investigación en Educación.

Avedaño comentó lo necesario e innovador de crear este tipo de documentos, pues ahora existirá una guía en la labor de las residencias, tanto las de la UCR como las de las demás universidades públicas.

“Es meritorio presentar el aporte de la obra en dos sentidos: en el ámbito nacional no existen libros que desarrollen esta temática de manera específica, únicamente documentos de trabajo en cada sede o recinto universitario. Otro aporte es que la información proporcionada se convierte en un modelo orientador para los servicios de residencias estudiantiles”, subrayó la directora.

Además, la académica resaltó la importancia de la educación para jóvenes de bajos recursos económicos como una forma de movilidad social en Costa Rica y reafirmó el carácter integral que debería garantizarse desde las universidades en la formación de sus estudiantes.

Por su parte, Molina aseguró que este tipo de servicios son una obligación de las universidades y no un “acto caritativo ni filantrópico”.

Sin embargo, sí destacó la labor de las personas involucradas en el proceso de construcción de estas residencias y recordó sus inicios.

“Nos habla de construcción permanente. Muestra que la gestión tiene historicidad, que los programas no se petrifican, que sufren metamorfosis en el contexto de mediaciones institucionales que justifican su existencia. Se ocupa de un programa de 30 años de existencia y reseña que el tema de las residencias ha sido discutido en la Universidad de Costa Rica desde 1956”, concluyó.