11 mar 2011Vida UCR

Una universidad flexible, abierta y personalizada, donde los profesores no serán la principal fuente de información y donde las personas lleguen a obtener competencias en lugar de títulos, así será la universidad del siglo XXI, según la visión del Dr. José Ginés Mora.

Para este investigador la masificación de Internet supone un cambio trascendental que pone en crisis la función tradicional de las universidades como generadoras y trasmisoras de conocimientos, debido a que existen múltiples fuentes de información rápida y accesible para todas las personas.

En su opinión, estamos ante una nueva universidad para todos, en un marco global, en un contexto incierto y complejo. Por eso, el sistema universitario exige flexibilidad, diversificación, cambios estructurales y reformas profundas.

Marcos de cualificaciones

Para que las universidades no desaparezcan o queden obsoletas, es necesario un cambio en el modelo; pasar de la enseñanza al aprendizaje, de la acumulación del conocimiento a una actitud permanente hacia el aprendizaje, de la enseñanza basada en conocimientos a la adquisición de competencias, explicó el experto.

Para lograrlo, dijo Ginés, se debe hacer cambios estructurales más allá del currículo, crear planes diferenciados donde cada uno estudia de modos distintos para al final acumular todas las competencias necesarias y sobre todo las carreras tendrán que perder su carácter definido y ser sustituidas por marcos de cualificaciones.

Uno de los posibles cambios estructurales que propone el Dr. Ginés para la educación superior es pasar de los currícula, títulos y diplomas a otra manera de organización centrada en los marcos de cualificaciones. A su juicio, esto  podría ser en un futuro a mediano plazo bastante razonable para cambiar.

Explicó que la idea de un marco de cualificaciones es establecer niveles en función de lo que las personas son capaces de hacer, es decir, sus competencias y no de sus títulos. De esta forma, en vez de pensar en que uno es licenciado, maestro o doctor habría que empezar a pensar en niveles de aprendizaje independientemente de donde sean adquiridos.

Modelo obsoleto

Una encuesta hecha en España a más de 5.000 graduados en el año 2000 sobre las competencias requeridas en el mercado del trabajo y las adquiridas en la universidad demostró que las universidades están alejadas de las demandas reales. Esto demuestra un gran problema de adaptación, dijo Ginés.

Mejorar las competencias es una necesidad para las universidades y para ello se requieren  recursos educativos y métodos de trabajo distintos. Por ello, Ginés junto con sus colegas, realizaron un análisis sofisticado sobre la influencia que tienen los diferentes métodos de trabajo sobre el desarrollo de 19 competencias que requieren los profesionales.

Este estudio detectó los principales modos de mejorar competencias fundamentales y también los modos que resultan ineficaces para mejorarlas.  Para mejorar todas las competencias el método que hay que utilizar es el aprendizaje basado en problemas, involucrar a los estudiantes en proyectos de investigación, adquirir conocimientos prácticos y metodológicos y hacer prácticas en empresas.

Según este estudio, tres prácticas pedagógicas que no mejoran ninguna competencia es el profesor como fuente de información, las pruebas objetivas o exámenes y los trabajos escritos.  Al respecto, el Dr. Ginés destacó que al final, la clase tradicional parece que tiene muy poco efecto sobre el aprendizaje de los conocimientos y las competencias.

Ante esto, el experto puntualizó que no basta mejorar la manera de dar la clase, hay que pensar en otras estructuras, tomando en cuenta que las nuevas generaciones de estudiantes son nativos digitales.

El Dr. José Ginés Mora expuso este tema en la última conferencia de la Cuarta reunión de trabajo del Proyecto Innova Cesal, Estrategias para la formación y actualización de docentes universitarios que se realizó del 2 al 4 de marzo en la Universidad de Costa Rica.