La ausencia de una posición de centro y la polarización en torno a ciertos temas clave de la política interna caracterizan hasta el momento el ambiente preelectoral en Estados Unidos, rumbo a las elecciones presidenciales del 6 de noviembre del 2012.
En esa fecha se elegirán presidente y vicepresidente de esta nación, así como 33 senadores y la totalidad de miembros de la Cámara de Representantes.
También será la única oportunidad en que el actual presidente, Barack Obama, podrá postularse a la reelección.
En una conferencia sobre la situación preelectoral estadounidense ofrecida por el Dr. Constantino Urcuyo Fournier, catedrático de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR), afirmó que el presidente Obama se lanzará de nuevo como candidato en un momento en que goza del apoyo del 47% del electorado.
Esta fue la primera actividad del Observatorio de Norteamérica, creado recientemente por dicha unidad académica, y que se dedicará al estudio y observación del acontecer político del país del norte.
El gran problema de la contienda electoral estadounidense es la polarización, porque por un lado el sector liberal sostiene que el problema fiscal se soluciona poniéndole impuestos a los ricos y por el otro, el sector conservador insiste en que hay que reducir el gasto público, básicamente los problemas de seguridad social.
El grupo que ocupe el medio ganará las próximas elecciones, dijo el académico. Obama está tratando de ocupar el medio, mientras que sus opositores republicanos, muy afines al Tea Party (Partido del Té), son de extrema derecha y tienen posiciones conservadoras muy radicales.
A pesar de que Estados Unidos enfrenta una situación económica muy crítica, Urcuyo señaló que la economía se ha reactivado y Obama presentó una ley para reducir el desempleo, que es del 8,6%. “Si no lo reduce, el desempleo podría jugar en contra de su reelección”.
Alguna gente se ha desencantado con él, especialmente la base liberal, que en la cultura política estadounidense equivale a un sector intelectual de izquierda de las costas este y oeste del país, explicó el politólogo.
Mientras tanto, en los estados del centro del país hay un predominio de ideas conservadoras y de credos evangélicos, en donde el Partido Republicano posee una base electoral muy sólida.
“Obama personificó el cambio en el 2008 –dijo Urcuyo–, pero hoy hay desempleo, el déficit fiscal es enorme y pesan los antecedentes de las elecciones del 2010 (de medio periodo), en las que el Partido Demócrata perdió siete senadores, siete gobernadores y 720 legisladores estatales, además de la mayoría en la Cámara de Representantes”.
En este escenario, agregó, el actual presidente no cuenta con mayorías legislativas; sin embargo, en las elecciones de medio periodo siempre hay un porcentaje muy alto de abstencionismo, razón por la cual en las del 2012 los demócratas podrían obtener ventaja si logran sacar a la gente a votar y si Obama vuelve a “encantar” al electorado con su carisma.
Según Urcuyo, los estudios señalan que en las próximas elecciones votará mayor cantidad de jóvenes y de mujeres, y el voto étnico, sobre todo de la población hispana, será más importante que en las elecciones del 2008, variables que favorecerán a Obama.
Otra de sus ventajas es la campaña digital, que en las pasadas elecciones significó un mecanismo efectivo de contacto y movilización de las grandes masas de electores.
El mandatario ha adoptado un discurso populista y se presenta como defensor de los trabajadores. Fundamenta su reelección en una reactivación de la economía, en que evitó una segunda depresión económica, mató a Osama Bin Laden, logró la aprobación del seguro social y de una reforma financiera, comentó el Dr. Urcuyo.
Estrategia republicana
Por su parte, en la acera del frente, los republicanos tratan de enfrentar las ventajas de su contrincante con la realización de más de 20 debates para llamar la atención del electorado durante el proceso de las primarias.
Esta es una estrategia política muy inteligente, opinó Urcuyo, debido a que el único candidato conocido, de los siete que se están postulando, es Newton “Newt” Gingrich, un político experimentado de Pensilvania que fue presidente de la Cámara de Representantes durante la administración de Ronald Reagan.
Gingrich y Mitt Romney se perfilan hasta el momento como los rivales más fuertes del presidente Obama.
Los republicanos tienen a su favor una base social muy organizada y dinámica, que es el Tea Party, movimiento cuyas raíces proceden de la rebelión de los colonos contra los ingleses y que le han dado forma de rebelión a su participación política. A pesar de que constituyen una minoría, pues apenas alcanzan el 18% del electorado, han logrado obstaculizar la labor de Obama en el Congreso.
Este grupo está en contra de los impuestos, del gasto gubernamental y del Estado Federal. En lo social, son muy conservadores: son fanáticos religiosos, poseen un fuerte desprecio por la ciencia y tienen como referente ideológico la teología del dominio o del escepcionalismo, que plantea la religión unida a la política y no hace separación entre lo secular y lo religioso.
Asimismo, están a favor de las leyes antimigratorias, en un país en donde se calcula que hay 12 millones de inmigrantes de origen latino, y consideran que Obama es muy “suave” con los islamistas.
El gran problema de los candidatos republicanos, opinó el profesor de Ciencias Políticas, es que están demasiado a la derecha del centro y sus candidatos no son atractivos.