Entre la esencia y la superficialidad

El artista Mario Rojas Kolomiets con dos de sus obras “Placeres fobiales” y “La vida es un simulacro” (foto Laura Rodríguez).

Esencialidad o superficialidad. Dos términos que se contraponen y saltan a la vista con un realismo que golpea los sentidos y nos enfrenta con nuestro propio ser. Nombres como “La vida es un simulacro”, “Patriotas de la liquidez”, “Nacer para morir” y “Negar para creer” hablan por sí mismos.

Doce óleos sobre tela, de mediano y gran formato, son el medio que ha elegido el artista Mario Rojas Kolomiets para mostrarnos su visión de la sociedad actual.

Y nada más sugerente que La esencia superficial y la superficie esencial para esta muestra artística que presenta en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia.

Su objetivo “es extrapolar los términos de la superficialidad y de la esencialidad, exponiendo la esencialidad como los aspectos biológicos que necesita el ser humano para vivir: comer, dormir, hacer conexiones, hacer razonamientos intelectuales, lo cual es muy importante para el humano ya que es el único animal que tiene un razonamiento más denso, y en la superficialidad coloqué todos los aspectos que necesita el hombre para vivir en sociedad”, comenta el artista.

“La emplasticación de la realidad” es otro de los óleos sobre tela que exhibe el artista Rojas Kolomiets (foto Laura Rodríguez).

De manera que “todas las cosas esenciales que me permiten convivir en la sociedad son la esencia superficial, como trabajar por dinero, que es algo que me une a la sociedad, vestirme de cierta forma y consumir ciertos artículos, y la superficie esencial es todo lo demás, todas las cosas que me permiten ser humano”, agrega Rojas Kolomiets.

Para ello se basó en algunas ideas de la posmodernidad, especialmente del filósofo francés Jean Baudrillard y del sociólogo polaco Zygmunt Bauman, quienes denominan el tiempo que estamos viviendo como hiperrealidad (Baudrillard), en donde lo esencial se pone debajo de lo superficial, o modernidad líquida según Bauman.

Al respecto, el artista señala que después de los años setentas, en que se comienza a denominar a este periodo posmodernidad, nada se concreta; mientras que en la modernidad si hubo períodos definidos en el arte, el impresionismo, el posimpresionismo, la abstracción geométrica y el subrealismo.  En la posmodernidad no se crea nada nuevo, todo viene siendo plagios del pasado.

De modo que sus obras son también como una especie de crítica a la época actual, en la que predomina el ambiente superficial, pues no se crea nada nuevo. Agrega que en su caso, “aunque intento, obviamente, contemporaneizar el arte académico, éste ya existe, por lo cual estoy haciendo un poco de lo mismo, tomando del pasado y poniéndolo allí”.

Su visión de la sociedad actual se ve reflejada en su obra “La plegaria: Dios en llamas, supresor de vida, has que no importe nada y sea más falso cada día” (foto Laura Rodríguez).

Punto de partida

Según apunta Rojas Kolomiets el concepto inicial de estas obras se generó hace cuatro años. Él venia de realizar un viaje a América del Sur e hizo un performance o lo que en arte se denomina un “happen”, que consistió en vestirse, primero como indigente y luego de forma elegante, con el fin de conocer la reacción de la gente, probar cuán importante es el aspecto visual en las personas. Para ello utilizó un diálogo preestablecido que consistió en pedir una dirección de un lugar en distintas paradas de autobuses de Guadalupe, Goicoechea.

“Esta experiencia me permitió darme cuenta que la vista puede mentirle a uno con los otros sentidos. Decirle que eso huele mal solo con la vista, no con la nariz o el olfato. También me permitió crear el cuadro que lleva el nombre de esta exposición La esencia superficial y la superficie esencial”, comenta el artista.

Agrega que como dice la frase “No hay nada más real que la desnudez”, todo mundo le tiene un poco de miedo a la desnudez, a la realidad, que es justamente lo que él quiere representar en esa obra.

Esta exposición de pinturas del artista Rojas Kolomiets permanecerá abierta al público hasta el 9 de enero del 2012 (foto Laura Rodríguez).

Lo femenino en su obra

Desde sus inicios en el campo del arte, Mario ha empleado la figura femenina en sus obras, lo cual, según el artista, se debe a que es más sinuosa que la masculina. Sin embargo, agrega que con la masculina se pueden generar otros simbolismos e ideas.

También comenta -en tono jocoso- que recurre más a la figura femenina, porque sus amigos no le ayudan tanto para realizar sus cuadros, como sus amigas.

En cuanto al uso del color, señala que en esta exposición utiliza tonos más intensos, porque “muchas veces el arte que se expone en las galerías no le dice nada al espectador, y aunque no pretendo que el mensaje de mis obras sea directo, si busco que la gente vea los simbolismos y los analice”.

“Al hacer las obras más claras, no con tanto claro-oscuro, sino más bien con mucho color, más saturadas, el mensaje que le quede a la gente sea más directo, porque quizá el que yo espero plantear sea diferente al que otra persona capte, pero eso es lo rico, que todo el mundo tenga una idea distinta”, enfatiza Rojas Kolomiets.

Los óleos que presenta en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia forman parte de su proyecto de graduación para optar por la Licenciatura en Artes Plásticas con énfasis en Pintura de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica. Esta muestra artística permanecerá abierta al público hasta este domingo 18 de diciembre.

Posteriormente en el mes de marzo del 2012 exhibirá ocho de estos cuadros en la Galería de la Rectoría de la UCR. También está tratando de presentar esta exposición en tres galerías de Canadá, a fines del próximo año.