Lograr un equilibrio real entre seguridad, libertad y respeto de los Derechos Humanos en el contexto mundial actual, es un reto que deben enfrentar los países democráticos, según lo recalcó el Lic. Daniel Sansó-Rubert Pascual, durante la conferencia inaugural Seguridad, Defensa y Derechos Humanos: ¿Un difícil equilibrio? del I Foro Universitario sobre Seguridad y Convivencia Democrática.
Sansó-Rubert, quien es profesor de la Universidad de Santiago de Compostela en España, aseguró que el problema de inseguridad se debe enfrentar dentro de los valores y fines del estado democrático, por lo que es necesario acomodar la acción del aparato de seguridad estatal en este marco.
Para el experto no es válido que países que se llamen democráticos se escuden en situaciones de tensión y alegando que se está defendiendo la seguridad de un territorio, se violenten los Derechos Humanos. “La dinámica democrática no se mueve dentro de la dialéctica maquiavélica, el fin no siempre justifica los medios. Los demócratas nos diferenciamos de los que no lo son porque tenemos una ética, la ética de la seguridad”, recalcó.
El cambio vertiginoso que se ha producido en el mundo en las últimas dos décadas, ha provocado que la perspectiva teórica en seguridad que manejaban los Estados, quedara desfasada de la práctica. Así mismo, según explicó Sansó-Rubert, para asegurar la defensa de los países y su seguridad se ha caído en una “lógica perversa de securitización, que tiene como resultado la victimización de la sociedad a la que se pretende proteger”.
Para evitar vulnerar los derechos más básicos de la población, se deben asumir las debilidades, la naturaleza de los riesgos y amenazas actuales. De igual manera, hay que desarrollar nuevos instrumentos y protocolos ajustados al derecho y a la realidad vigente, destacó el especialista.
Bajo un escenario represivo, la seguridad enfrenta una serie de riesgos como la amenaza de la soberanía o la independencia del estado, la lesión de los derechos fundamentales, el debilitamiento de los criterios básicos de gobernabilidad y el fomento del comportamiento asociado a la corrupción, entre otros.
La necesidad de un equilibrio entre seguridad y respeto de los Derechos Humanos, requiere que se generen políticas de estado que contemplen el interés general y el orden público. De igual manera, el Lic. Sansó-Rubert enfatizó que las limitaciones del Estado y sus cuerpos de seguridad deben estar establecidas por ley y así evitar cualquier mal manejo que se pueda producir.
El acto oficial de inauguración del I Foro Universitario sobre Seguridad y Convivencia Democrática contó con la participación del Dr. Ramiro Barrantes, rector a.i de la Universidad de Costa Rica, la Dra. Patricia Vega, vicedecana de Ciencias Sociales, el Dr. Gerardo Hernández, director del posgrado y el Lic. Celso Gamboa, Viceministro de Seguridad Pública.
Tanto las autoridades universitarias, como el Viceministro de Seguridad, coincidieron en la importancia de realizar este tipo de actividades que reúnen a la academia, el sector gubernamental, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil para debatir sobre un tema de importancia nacional.
Esta actividad fue organizada por la Cátedra Seguridad y Convivencia Democrática, en coordinación con el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), el Posgrado Centroamericano en Ciencias Políticas (PCACP), el Programa de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (PROSIC), la Escuela de Trabajo Social, la Comisión Interdisciplinaria e Interinstitucional sobre Violencia y Sociedad, la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional (UNA), la Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM) y Proyecto Convivencia Democrática y Gobernabilidad (FLACSO-AECID).