La obra del pintor y maestro de arte Francisco Alvarado Abella fue abordada con gran reconocimiento y agradecimiento por parte de los organizadores y público presente en una ceremonia realizada el martes 1º de noviembre en la Facultad de Bellas Artes.
Alvarado Abella nació un 2 de octubre de 1929 en puerto Limón y murió el 26 de noviembre del 2001 en San José, fue un reconocido pintor, profesor de bellas artes y responsable directo de la educación artística en Costa Rica.
Dictó clases en la Casa del Artista y también en la antigua Escuela de Bellas Artes, sin embargo sus esfuerzos por promover el arte y brindar un espacio a todos quienes busquen expresarse le llevaron a fundar la Escuela Esempi en 1955, lugar de formación para muchos artistas costarricenses.
“Francisco tenía la capacidad de ser creativo y de construir a través de la imaginación, porque él fue un artista pero también un artesano, dio espacio para la expresión y muchas personas tocaron a su puerta porque tenían un talento especial que pudieron desarrollar con el tiempo, pero también llegaron personas que buscaban expresarse a mediante el arte y él les ayudó”, expresó la vicerrectora de Acción Social (VAS), Dra. María Pérez Yglesias.
La vicerrectora hizo un recorrido por la obra de este pintor costarricense y recordó que entre las exposiciones más importantes que tuvo Alvarado Abella están la que se realizó en la Sala Internacional del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México en 1965, con un total de 22 pinturas, así como la organizada en el Museo Nacional costarricense entre los años 1975 y 1978.
Por su parte el Mag. Luis Paulino Delgado Jiménez, ex decano de la Facultad de Bellas Artes, reconoció el inmenso aporte dado por la Escuela Esempi al desarrollo y formación del arte en Costa Rica.
“Nosotros los que ingresamos a Bellas Artes cumplíamos con una prueba de habilidad y la Escuela sólo tenía capacidad para aceptar a 30 ó 40 estudiantes, además de los cursos libres, pero Francisco le abrió la puerta a más de uno, representó la parte privada de la educación artística de este país y además encontraron muchos nichos de trabajo relacionados con el quehacer artístico”, afirmó.
También asistió a esta actividad en conmemoración a la trayectoria artística y educativa de Francisco Alvarado Abella la señora Edith Yglesias Gutiérrez, su esposa, quien con sus palabras demostró el gran amor que les unió.
“Siempre caminó por la vida con una gran dignidad, sus pasos siempre fueron seguros, el interés por su profesión fue magnífico. Primero tuvo fe en Dios, en si mismo y en la gente que lo merecía. Tengo un cuadro que se llama ‘Novia Eterna’ que me lo dedicó porque siempre basamos nuestro amor en la ayuda mutua y en el diálogo”, comentó.
En la mesa principal estuvieron presentes además de la Dra María Pérez Yglesias y el Lic. Luis Paulino Delgado Jiménez, la Licda Flora Marín Guzmán y la Licda María Enriqueta Guardia.
Este justo homenaje fue desarrollado en conjunto por la Vicerrectoría de Acción Social y la Cátedra Francisco Amighetti de la Escuela de Artes Plásticas, asimismo se ha publicado un libro que recoge toda la obra y vida con el título homónimo de este artista costarricense.