Coro Universitario ofreció concierto de gala

El Coro Universitario fue declarado por el Consejo Universitario como el primer Grupo Emblemático de la Universidad de Costa Rica (foto Anel Kenjekeeva).

Las diferentes etapas del Coro Universitario fueron recordadas por sus integrantes por medio del canto en un concierto de gala ofrecido con motivo de la celebración del 56.º aniversario de esta agrupación artística, realizado este 7 de noviembre.

La emotividad se apoderó del público presente en el auditorio de la Ciudad de la Investigación, entre quienes sobresalían ex integrantes, familiares, autoridades universitarias y otros seguidores del Coro.

El repertorio abrió con el Gaudeamus Igitur, el himno universitario que durante más de medio siglo ha acompañado al grupo en todas sus presentaciones, tanto en el Alma Máter como en las distintas comunidades del país y más allá de nuestras fronteras.

La felicidad del director, Rafael Ángel Saborío, y de los miembros del Coro fue patente por formar parte de una agrupación artística que se ha mantenido durante más de cinco décadas (foto Anel Kenjekeeva).

Fundado en 1955 como el primer coro a cuatro voces mixtas organizado en Costa Rica: bajos, contraltos, sopranos y tenores, el Coro surgió como el sueño de tres visionarios: los ex rectores Rodrigo Facio Brenes y Carlos Monge Alfaro y el maestro Carlos Enrique Vargas Méndez, quien fungió como primer director de la agrupación.

El actual director, el M.M. Rafael Ángel Saborío Bejarano, rememoró que el Coro fue visualizado por su fundador como un instrumento para fomentar el espíritu universitario y constituirse en cara e imagen de la Universidad, tanto dentro como fuera de sus aulas.

Es por eso que sus integrantes, manifestó Saborío, “al unirse en una voluntad común de hacer música con sus voces, asumen el honroso compromiso de ser voz artística de la Universidad de Costa Rica”.

El Coro es la primera agrupación a cuatro voces creada en el país (foto Anel Kenjekeeva).

Historia viva

El concierto en la Ciudad de la Investigación permitió hacer un repaso por los distintos momentos históricos, estilos corales y géneros musicales que han marcado al grupo, empezando por la huella que dejó el maestro Vargas. En su memoria se cantó, entre otros temas, la Patriótica Costarricense, con un arreglo suyo.

Del periodo de Bolívar Ureña Mora se interpretó Desde el alto cielo, un villancico ecuatoriano con arreglos de este ex director, quien estuvo al frente del Coro de 1970 a 1980.

Con la presencia de autoridades universitarias y de numeroso público, el Coro Universitario celebró más de medio siglo de ofrecer música al país (foto Anel Kenjekeeva).

La riqueza de la música coral también se hizo presente con el calipso limonense Congorí Shangó, que no se ha dejado de cantar desde que el tercer director, Rolando Brenes Rojas (1980-1992), lo adaptara para el Coro Universitario.

Del maestro Saborío, don “Rafa”, como le dicen sus alumnos, el Coro interpretó una muestra diversa de temas: desde música de Beethoven hasta una adaptación del propio Saborío titulada Agnus Dei, de Bizet y Guirard. Le siguió un texto medieval, Daemon Irrepit Callidus, del autor contemporáneo György Orbán.

No faltó la música emblemática latinoamericana que despertó nostalgia, como la canción Rabo de nube, del trovador cubano Silvio Rodríguez, en una versión coral de César Carrillo. De la música nacional, se incluyó Morena linda, del compositor guanacasteco Saturnino Cubillo.

Los tres últimos directores del Coro: Rafael Ángel Saborío, Rolando Brenes y Bolívar Ureña (foto Anel Kenjekeeva).

Historia y pasión

“Para todos nosotros el coro tiene alma, como la tiene el árbol que con sus ramas habla, como la tiene el mar con sus olas gigantes, como la tiene el canto, cuya música emana todo lo hermoso y bello que brota del que canta”.

Con emoción en sus palabras, Elizabeth Ramírez Ramírez, integrante del Coro entre los años 1966 y 1974, expresó lo que significa este grupo artístico para quienes han integrado “la familia del Coro”.

El auditorio de la Ciudad de la Investigación se llenó de música y de canto el 7 de noviembre (foto Anel Kenjekeeva).

“El Coro tiene historia, que no es corta ni larga, es nuestra propia historia, la de antes, la de ahora y continúa mañana. Es la historia que habla de sustos y aventuras, de ensayos y aplausos, es la historia de todos los que aquí estamos”, sintetizó Ramírez los 56 años de llevar el canto y la alegría a foros y comunidades lejanas.

Esa misma pasión y devoción por la música la transmitió al público Montserrat Fallas Madrigal, voz contralto y presidenta de la Asociación de Estudiantes del Coro.

Para ella, el Coro les permite a los estudiantes que lo forman crecer en muchos sentidos. “Nos hace conocer el mundo de la música, de su historia y su técnica; nos pone en contacto con la comunidad y con personas de otros ámbitos académicos; fomenta el sentido de la responsabilidad, el estudio y el trabajo; nos hace mejores seres humanos, con una sensibilidad que se refleja en la majestuosidad del canto”.

Quizás con esa misma motivación y esperanza fue que “un 14 de setiembre de 1955, en el paraninfo de la otrora Universidad de Santo Tomás, hoy Universidad de Costa Rica, dio a luz la voz que hizo nacer el Coro Universitario. Hoy este Coro es la segunda agrupación musical más antigua de Costa Rica”, que “sigue iluminando los momentos memorables del Alma Máter”, como lo recordó en su discurso el Vicerrector de Vida Estudiantil, Dr. Carlos Villalobos Villalobos.

Villalobos afirmó que el Coro “es el símbolo institucional de las agrupaciones artísticas y estudiantiles”, por lo cual fue declarado por el Consejo Universitario como el primer Grupo Emblemático Institucional de la UCR.

La oportunidad sirvió para hacer varios reconocimientos, entre ellos a Hannah Allen Dixon, una de las integrantes más antiguas del Coro (foto Anel Kenjekeeva).

“El Coro es pasión y enamoramiento”, expresó Montserrat Fallas, una de sus integrantes (foto Anel Kenjekeeva).

El concierto de gala se efectuó bajo la batuta del maestro Rafael Ángel Saborío (foto Anel Kenjekeeva).