Los jóvenes que participan en los partidos políticos nacionales luchan por romper con las formas tradicionales de hacer política y por recuperar la credibilidad de la ciudadanía desencantada con la política que se hace desde estas organizaciones.
Así lo expresaron tres jóvenes políticos invitados por la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica (UCR) a la mesa redonda Política: ¿relevo generacional? para discutir en torno a la participación de la juventud en la política y conocer qué piensan los jóvenes de la política y de los políticos. Además, interesaba analizar si en la actualidad los partidos políticos se dirigen hacia un relevo generacional y si esto implicará cambios.
Los participantes en la actividad fueron el M.Sc. Gerardo Vargas Rojas, presidente del Partido de la Unidad Social Cristiana (PUSC); el Bach. Juan Carlos Mendoza García, diputado por el Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Lic. Héctor Solano Chavarría, coordinador de la Comisión de Comunicación del Frente Amplio.
Los expositores señalaron que las nuevas generaciones involucradas en política están mejor preparadas e informadas para asumir los retos futuros y son más críticas, autocríticas y abiertas. Asimismo, tienen la ventaja de que no están cuestionadas socialmente, como sí ocurre con muchos de los políticos tradicionales.
Conquista de espacios
Juan Carlos Mendoza, de 36 años, politólogo y presidente de la Asamblea Legislativa por la alianza opositora que asumió el control del Congreso en mayo pasado, manifestó que a pesar de la apertura del PAC hacia la participación de la juventud, los jóvenes han tenido que conquistar algunos espacios.
Mendoza se formó políticamente en la UCR cuando participaba en el movimiento estudiantil. En esa época, afirmó, luchó en contra de la política tradicional que trataba de incidir en las elecciones universitarias y de imponer agendas externas a la universidad.
“Así aprendí formas distintas de hacer política. Era un desencantado de la política y crítico de lo que sucedía en los partidos tradicionales. Mi primer voto lo anulé”, recordó.
Manifestó que se integró al PAC desde el surgimiento de este partido debido a que vislumbró una posibilidad de hacer política de forma diferente, ya que el planteamiento de esta agrupación es que su razón de ser es la juventud.
Mendoza fue nombrado como candidato a diputado gracias al apoyo de la juventud de su partido, a pesar de que no era el candidato favorito del líder y fundador Ottón Solís.
El PAC ha impulsado acciones afirmativas para garantizar la participación de la juventud en el máximo organismo del partido. Actualmente tiene alrededor de un 25% de representación juvenil en la Asamblea Nacional, lo cual a criterio de Mendoza es una proporción que permite negociar e insertarse en algunas estructuras partidarias.
Gerardo Vargas, de 32 años, coincidió con Mendoza y expresó que los jóvenes han tenido que decir “con permiso” y no solicitar la venia de los dirigentes mayores para abrirse campo dentro de las agrupaciones políticas.
El abogado especialista en derecho ambiental comentó que en el PUSC, las circunstancias obligaron al relevo generacional, ya que dos de sus principales ex dirigentes y ex presidentes de la República fueron juzgados por hechos de corrupción.
“Las circunstancias nos han obligado a eso. No fue sencillo hacer ese relevo, tuvimos que dar una pelea muy fuerte en un partido tradicional, con mala fama”, expresó Vargas, quien expuso que actualmente hay un grupo de jóvenes que están tratando de rescatar esa organización.
Vargas destacó que muchos de los logros alcanzados hasta el momento por el bloque opositor en la Asamblea Legislativa se han debido a los acuerdos y la acción de los jóvenes líderes de los partidos políticos.
El dirigente del PUSC se refirió a la desconfianza que tiene la ciudadanía hacia la política y lo atribuyó, entre otras razones, a la erosión de las jerarquías y las autoridades, la pérdida de influencia de la familia como medio de socialización y la reducción del tiempo libre en la sociedad, lo cual impide participar en política. Además, los ciudadanos no se sienten representados en los partidos y falta coherencia en estos, porque en campaña los políticos dicen una cosa y cuando gobiernan hacen otra.
Crisis de legitimidad
El politólogo Héctor Solano, de 25 años, fue más allá y planteó que la juventud en los últimos años ha empezado a participar en otro tipo de organizaciones políticas que han reinventado las formas de hacer política y que toman en cuenta en sus decisiones a los sectores de base.
Según Solano, “la ciudadanía y los jóvenes en particular no se sienten representados en los partidos políticos, lo cual ha provocado una crisis de legitimidad de estas agrupaciones”.
Esos espacios –añadió–, en los cuales existe mayor horizontalidad y autonomía en la toma de decisiones, entran en tensión con las formas tradicionales de organización de los partidos políticos.
En Costa Rica esto se ha manifestado muy claramente, por ejemplo, en el Movimiento del No al TLC (Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos).
Solano, quien también es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR, consideró que muchas veces se plantea el tema de la participación de los jóvenes en la política desde una perspectiva que diluye el debate ideológico.
“Hay diferencias ideológicas y de diversa índole que provocan que a la hora de hablar acerca de la participación juvenil en la política tengamos que referirnos no solo a la importancia del recambio generacional, sino también a cuáles son los temas que a la gente joven le interesa posicionar en la agenda política”, argumentó.
Al referirse a los logros alcanzados, Mendoza comentó que la juventud del PAC logró introducir la discusión de ciertos temas polémicos considerados tabú y que se han vuelto temas de debate nacional, entre estos las uniones entre personas del mismo sexo y la disolución de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS), por ser una policía política.
Por último, los expositores enfatizaron en la importancia de la educación y la capacitación de los jóvenes, con el fin de prepararlos adecuadamente para que asuman posiciones relevantes en la política nacional.