20 sept 2010Artes y Letras

De las 50 piezas concursantes, la suya fue la mejor. Se trata de una pieza de osos perezosos modelados, hechos  en horno de leña,  una obra adorable a juicio de los integrantes del jurado.

Esto hizo que María José Salazar, la universitaria que cursa su cuarto año de carrera para obtener el título de bachillerato en Artes Plástica con énfasis en Cerámica,  obtuviera  el primer lugar en la IV Bienal de Arte Cerámico Costarricense, el pasado viernes 10 de setiembre.

La turrialbeña de tan sólo 23 años aseguró que  tuvo que realizar varios proyectos antes de decidirse a participar  en esta Bienal.

Según Salazar, tuvo muchos desaciertos y aciertos y hasta pensó en no presentar este proyecto, sin embargo pese a  esos tropiezos  y procesos de investigación,  privó más su amor por la naturaleza, la animalística y en especial por los osos perezosos.

La IV Bienal de Cerámica es organizada por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica  con el objetivo de difundir y estimular la actividad creativa en el arte cerámico y se realiza desde el 2004.

El jurado estuvo conformado por artistas, académicos, críticos y curadores, entre elloas Luis Fernando Quirós y Herbert Zamora, profesores de la Universidad de Costa Rica y el invitado especial Lu Pinchang, decano del Departamento de Escultura de la Academia Central de Bellas Artes de la República Popular China

La exposición se mantendrá abierta hasta el viernes 27 de setiembre en un horario de 9:00 a.m a 5:00 p.m en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia ubicado en Barrio Escalante, San José.

Alma de artista

Desde pequeña tuvo un contacto especial con este animal, pues su familia vive en una finca de Turrialba donde los osos perezosos han estado presentes desde su infancia.

“Para mí fue importante conocerlos, estar rodeada de ellos y en sí fue vital para la temática tratada”, resaltó Salazar.

La joven no imagino ganar, pero al escuchar el discurso del Maestro Chino Lu Pinchang, supo que había ganado y no lo podía creer.

El premio que recibió María José Salazar consta de una pasantía en China por un año, país donde reforzará sus conocimientos en cerámica.

“Esto es muy importante para mí, hay que aprender muchas cosas y estoy  a la espera de lo que sucederá”, manifestó la estudiante, quien aseguró está dispuesta a aprender mandarín para aprovechar al máximo este viaje a China.

A juicio de los integrantes del jurado la pieza ganadora es una cerámica escultórica que remite al tema de la familia expresado de manera poética y lúdica. 

Puede visitar aquí una  galería de fotografías de Anel Kenjekeeva con lo que aconteció la noche de inauguración de la Bienal.