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Programa de Educación Abierta

La motivación para regresar a las aulas

31 ago 2010Sociedad
Marco Aurelio Salguero
Marco Aurelio Salguero recibió un reconocimiento por parte del MEP por sus buenas calificaciones (foto Anel Kenjekeeva).

Son la cara de la perseverancia, la inspiración de sus familiares, de su comunidad y de sus propios compañeros y compañeras de clase. Decidieron terminar la secundaria y sacar el bachillerato aunque la última vez que tocaron un libro fue, quizás, hace 15 años.

El Programa de Educación Abierta les ofreció una oportunidad para seguir estudiando.

“Desde chiquillo mi idea era estudiar, pero por cuestiones de la vida, más que todo económicas, no pude seguir. Luego quería que mis hijos estudiaran y cuando ya eran grandes y se graduaron, yo dije ‘ahora me toca a mí’”, cuenta don Marco Aurelio Salguero, uno de los integrantes más destacados del Programa de Educación Abierta (PEA).

Él se graduó este año como bachiller del programa, con un reconocimiento especial por parte del Ministerio de Educación Pública y otro del PEA. “Cuando usted estudia se le abren los ojos, es otra perspectiva y hasta se da cuenta de un montón de cosas en las que cometió errores, que no las analizó bien”, declara don Marco Aurelio.

El cuerpo docente, las personas que coordinan y las que atienden al estudiantado…todas las piezas son fundamentales para inspirar a estas personas.

Viviana Conejo es conserje en el Consejo Universitario y empezó a estudiar hace unos años, después de 17 de haber dejado el colegio. “Lo que a mí más me ha costado es matemática. Pero uno ve a la otra gente, personas mayores que uno que hacen el esfuerzo por estudiar, y eso motiva muchísimo”, asegura la estudiante. 

María Pérez Yglesias
La Dra. María Pérez destacó el buen nombre que se ha formado alrededor del PEA y reconoció el esfuerzo de los pioneros del programa (foto Anel Kenjekeeva).

El sacrificio va acompañado del éxito para estas dos personas. También para Analía Badilla, una de las estudiantes que vino de la comunidad invitada por las mismas personas que ya habían ingresado antes. Su hijo de 18 años y ella estudian juntos porque ambos están en el mismo programa, y hasta compiten por sus calificaciones para motivarse.

Marco Aurelio Salguero, Viviana Conejo y Analía Badilla son tres de los más de 200 estudiantes con los que cuenta el PEA, una iniciativa que surgió de los mismos trabajadores y trabajadoras de la Universidad de Costa Rica y que ahora se extiende a sus familiares y miembros de la comunidad.

El Programa de Educación Abierta es un esfuerzo conjunto de la Vicerrectoría de Acción Social y la Escuela de Trabajo Social y se creó con el objetivo de brindar a los trabajadores de la UCR una opción para mejorar su nivel académico y desarrollo personal,  y así cumplir con los requerimientos que solicitaba la misma universidad para sus puestos de trabajo.

“Es una modalidad distinta a la de los institutos u otros programas de este tipo porque se trata de lecciones presenciales. Es una modalidad en la que el estudiantado lleva clases con profesores en un aula, tres veces por semana. Reciben apoyo y asesoría de todo tipo.”, aclara Sonia Solís, coordinadora del programa.

Algunos de los integrantes cursan las tres materias que se dan por semestre y otros prefieren ir más despacio porque deben atender el trabajo, los y las hijas y el hogar. “Yo estoy pegada en matemática, entonces solo llevo esa materia. Pero yo sé que este año ya la voy a sacar. Lo bueno es que tenemos profesores excelentes, que nos ayudan no solo en cosas del estudio sino en cosas de la vida”, destaca Viviana Conejo.

Existen también quienes desertan del programa por la falta de costumbre al estudio, aunque la mayoría vuelve a intentarlo. Sin embargo se ha demostrado que los beneficios para las personas que sacan el bachillerato con el programa compensan todos los sacrificios que realizan. Un 70% de los estudiantes que ingresan se gradúan.

Sonia Solís
Sonia Solís, coordinadora del PEA, dijo que en los últimos años se han graduado 85 estudiantes (foto Anel Kenjekeeva).

Cinco años de logros

Este año, el Programa de Educación Abierta de la Vicerrectoría de Acción Social y de la Escuela de Trabajo Social  cumple los primeros cinco años. “Fue un largo camino para lograr abrir este programa. Nos pusimos a pensar que en algún lado habría gente, aunque no había plata y recurrimos a Trabajo Social y aceptó el reto.”, recuerda la Dra. María Pérez Yglesias, vicerrectora de Acción Social.

El programa se orientó, en un inicio, a cumplir con la necesidad de los funcionarios de la UCR, pero se extendió a sus familiares y más adelante a las personas de las comunidades en general.

Eso sí, se realiza un sistema de escogencia previo, porque se reciben más solicitudes que cupos disponibles. Para este proceso se toman en cuenta elementos como la edad, la situación social y económica y las razones por las cuales cada persona se ha visto impedida para terminar su bachillerato.

“El programa de educación abierta se ha extendido y está facilitando a más de 220 personas, el ejercicio de un derecho humano fundamental: la educación y con ese derecho a otros como el acceso y el disfrute del arte”, destacó Sonia Solís en sus palabras para los graduandos.

Ya son 85 personas las que se graduaron de bachilleres con la ayuda de este programa. Este año fueron 25, es la primera vez que el PEA gradúa a estudiantes que llevaron toda la educación secundaria en el programa.

  
María Fernanda Cruz
Periodista Oficina de Divulgación e Información
maria.crsbvauzchaves  @ucrmqcd.ac.cr

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