A dos kilómetros del centro de Santa Cruz se ubica el bosque Ramón Álvarez, lugar que está siendo acondicionado por el grupo “Cultura Ambiental en Acción” para contar con las condiciones adecuadas que les permita recibir visitas guiadas en las que se estudie y admire la biodiversidad que allí habita.
“Cultura Ambiental en Acción” es un proyecto ideado para promover la conservación de la naturaleza y que las comunidades tomen conciencia sobre su importancia.
Esta iniciativa se realiza con el apoyo de las Comisiones de Regionalización Interuniversitaria (CRI), que dependen del financiamiento proveniente del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).
Dicho ente está conformado por las cuatro universidades públicas del país: Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad Estatal a Distancia (UNED), Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y la Universidad Nacional (UNA).
Según indicaron los integrantes de “Cultura Ambiental en Acción”, se aprovechó parte del espacio para un parqueo, una casa donde los visitantes se sientan cómodos y se dispone de accesorios como capas, lupas y botas para que los estudiantes aprendan sin contratiempos.
“El bosque se está adaptando de manera tal que pueda transmitirse la información a los niños en forma práctica y visual: queremos que ellos puedan ver, sentir, tocar y tener la experiencia viva de lo que es el bosque”, afirmó Edgar Elizondo Zamora, estudiante universitario y miembro del proyecto.
Los estudiantes universitarios también tienen acceso al bosque Ramón Álvarez, sobre todo de carreras como turismo ecológico que se imparte en la sede de la UCR en Liberia, pues llegan a realizar prácticas y estudios sobre insectos, plantas y senderos.
“Con respecto a la comunidad en general estamos buscando la manera de involucrarla para que sientan el bosque como si fuera de ellos y nos ayuden a preservarlo, alejando a los que ingresan sin permiso a causar daños”, señaló Elizondo.
Se procura además un acercamiento con la cultura chorotega, dando a conocer sus tradiciones y procurando revivirlas.
Además existe la participación de funcionarios del Jardín Botánico Lancaster en la investigación de especies de orquídeas guanacastecas y se avanza en la culminación del estudio de factibilidad para convertir el bosque Ramón Álvarez en un jardín ecológico.
“Tenemos un espacio para que los botánicos y biólogos se involucren en el proyecto, nos ayuden en los monitoreos y demás estudios sobre la flora y fauna del bosque, para así obtener datos completos acerca de cada especie y el respectivo análisis de su evolución”, reveló Ana Isabel Pereira, coordinadora del proyecto.
Variedad de animales y árboles
Dentro del bosque Ramón Álvarez es posible encontrar una gran diversidad de hongos, aves, plantas y árboles, inclusive se cuenta con bases de datos de diferentes grupos de especies que han sido monitoreadas como por ejemplo murciélagos, colibríes, mariposas y orquídeas.
“Dentro del inventario de flora y fauna encontramos que existen 25 especies de murciélagos, 42 de aves, 6 de reptiles, 2 de anfibios, 14 de mariposas y 50 tipos diferentes de hongos”, señaló Ana Isabel Pereira.
En cuanto a aves se pueden encontrar especies como el Trogón, Carpinteros, Chicopiojo, Toledo, Lechuzas, Bobos, Chorchas, Yiguirros, Pechoamarillo y Colibríes. Además en el bosque viven ratones, ardillas, congos, armadillos y zorros.
Cabe destacar la cantidad y variedad de árboles que cubren las 12 hectáreas que mide el bosque, muchos de ellos con alturas de 40 metros o más y con edades de hasta 200 años.
“Para identificar la edad de un árbol muchos creen que con solo observar y medir el diámetro del fuste (grueso del tronco) es suficiente, pero esto es engañoso pues existen tipos como el Escabel que tienen un crecimiento muy rápido en poco tiempo, mientras árboles como el Guanacaste o Guayacal Real son más lentos por lo que el fuste dura más en ir creciendo”, ilustró Edgar Elizondo.
Se pueden hallar árboles en peligro de extinción tales como el Ron Ron y el Guayacal Real, así como de Cenizaro, Níspero, Huevos de Caballo, Ispavel, Jobo, Ojoche, Cortez Amarillo, Madroño, Guácimo, Guayabón, Ceiba, Guanacaste, Cocobolo y hasta orquídeas terrestres.
“Todo esto se encuentra en un bosque definido como transicional, pues allí existen especies características de un bosque húmedo pero también especies que habitan en bosque seco, pero el objetivo es que existan solamente especies nativas de la zona”, ahondó Elizondo.
Las visitas al bosque Ramón Álvarez se pueden coordinar con Ana Isabel Pereira al correo electrónico: pereiraazqzpnaisabel @yahookvsg.com.