Eugenia Picado retrata el mundo privado de los costarricenses

Edel Ruiz Villafuerte, de Santa Rosa de Tamarindo, con la fotografía de su primer novio, difunto desde hace muchos años, pero que aún lo encuentra muy guapo Laura Rodríguez Rodríguez

La artista Eugenia Picado Maykall nos permite adentrarnos en el mundo privado de las posesiones de los costarricenses, en la exposición fotográfica que presenta en la Galería de la Rectoría de la UCR.

En ella están la señora mayor con su delantal, la niña con la ilusión de su blusa preferida, el adulto orgulloso de su trabajo y de su casa rural ordenada e impecable… para mostrarnos lo que atesoramos los ticos.

La exposición está conformada por trece fotografías digitales en impresión por inyección de tinta, que recogen distintos personajes y sitios del país.

Según dijo la artista, “todos en algún momento hemos guardado alguna cosa en el fondo del armario, de la bodega o el cuarto de chunches, alguna cosa de la cual no nos desprendemos. Tal vez ese objeto no está a la vista, no se exhibe, no vale económicamente nada, pero sabemos que difícilmente lo botaríamos”.

¿Por qué poseemos objetos? ¿Cuál es su posesión más querida y no se desprendería de ella? ¿Qué atesoramos los ticos? ¿Qué es lo que nos lleva a guardar algo y no deshacernos de eso a través de los años?... son algunos de los cuestionamientos que se formula Eugenia.

Al respecto señala que con este proyecto lo que busca es adentrarse en el mundo privado de las posesiones de los costarricenses, dar una mirada macro al conjunto de las cosas que atesoramos, y cuestionar hasta dónde estas definen parte de nuestra identidad. También expresa que como diseñadora, artista y fotógrafa está interesada en los objetos y su relación con sus dueños. Agrega que “en el diseño al reflexionar acerca de los objetos, pensamos en su conceptualización: qué función van a cumplir, de qué material están hechos, cómo se van a ver y utilizar, pero también pensamos en aquellos aspectos intangibles del objeto, tales como su carácter ´amigable` y su dimensión simbólica”.

Santiago Calderón Solano, de Los Chiles, muestra su carreta de bueyes, trabajo artesanal con el que se ganaba la vida Laura Rodríguez Rodríguez

Para ello se dio a la tarea de preguntarle a más de cien ticos ¿Cuál es su objeto favorito? Cuál es su posesión más querida? Qué cosa atesora y no se desprendería de ella? Luego a partir de un mapa de desarrollo cantonal de Costa Rica publicado hace algunos años eligió ciertos lugares que quería visitar para realizar las entrevistas, como Los Chiles, Upala, Guatuso, Escazú, Curridabat, Pacayas, Esparza, Nicoya y San Ramón.

Recolectó entrevistas con niños/as, jóvenes, y personas adultas jóvenes y mayores, con el fin de crear un retrato colectivo del costarricense a partir de sus posesiones, mostrar el objeto, a su dueño, su vestimenta y su entorno.

Entre los objetos que encontró están aquellos que permiten mantener un lazo afectivo con el pasado, ya sea con una persona o una situación; los objetos fundamentales para generar un ingreso: herramientas de trabajo que están por sobre cualquier otra pertenencia mostrados por personas de escasos recursos, y objetos lúdicos, que permiten realizar actividades recreativas como una colección de trenes.

“No se trata de cosas curiosas o excentricidades, sino por el contrario cosas muy cotidianas y sencillas con las que cualquier costarricense podría identificarse”, apunta Eugenia.

De modo que esta exposición fotográfica es el resultado de esa búsqueda efectuada por la artista. El público tendrá la oportunidad de apreciarla de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., hasta el 5 de agosto, en la Galería de la Rectoría.

Diseñadora y fotógrafa

Didier Fallas Rojas, de Curridabat, con su cuchillo o machete, regalo de su papá cuando era niño Laura Rodríguez Rodríguez

La artista Eugenia Picado Maykall obtuvo la licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad de Costa Rica y la maestría en esta disciplina en la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.

Desde hace diez años trabaja con proyectos de Internet y diseño gráfico, y tiene una especial inclinación por el diseño para la experiencia de usuarios y el diseño cultural.

Eugenia es profesora de la Escuela de Artes Plásticas de la UCR y diseñadora en su firma Ecce-Gráfica.

A ella le interesan sobre todo los nuevos medios, donde el diseñador gráfico debe enfrentarse a elementos como el tiempo, el movimiento, el sonido y la acción de los usuarios.

Según dice la artista, “antes diseñábamos objetos relativamente estáticos, pero ahora es necesario familiarizarnos con la nueva tecnología para poder hacer un aporte creativo, innovador y útil a la comunicación visual”.

También le parece importante “el sabernos modeladores de cultura”. Al respecto, señala que “todos estamos expuestos a un bombardeo de mensajes visuales, mensajes que connotan valores y actitudes. Y como diseñadores gráficos participamos de la responsabilidad de publicar y promocionar estos valores”.

Eugenia también tiene un gran interés por la fotografía, especialmente aquella relacionada con la cultura costarricense, como su gente y sus pequeñas ciudades rurales.