2 jul 2010Artes y Letras

El artista Alberto Murillo Herrera está exponiendo una muestra de sus grabados en el Museo Omar Salazar de la Sede del Atlántico.

Está constituida por las obras que conforman la serie “Bosque Nuboso”, en las que plasma la atmósfera profunda, oscura y densa del paisaje boscoso.

Esta exposición se realiza como un homenaje a Alberto por el estimulo que ha dado a la participación de los artistas grabadores en proyectos que han considerado todas las técnicas y una gran diversidad de propuestas.

En este sentido el profesor de la Escuela de Artes Plásticas, Carlos Guillermo Montero, señaló que la xilografía es una técnica incisiva que confiere a la imagen un poder inusitado; sin embargo el artista revela una pasión por el dibujo y la línea que, unido al espacio blanco del papel, define su estilo más personal. Ocasionalmente se concentra en los tacos de madera y reduce el formato al tratar la naturaleza como si fuese un tesoro, algo íntimo sentido como claroscuro.

También expresó que “es coherente que Alberto Murillo haya querido ser grabador porque la imagen de su tío abuelo materno, don Francisco Amighetti, es de vital importancia en la familia. La blancura impúdica del papel seguirá esperando por muchos años -así lo deseamos- nuevas estampas, como en un libro inagotable…”.

Esta exposición de Alberto Murillo forma parte del programa exposiciones fuera del Campus Universitario de la Escuela de Artes Plásticas y es organizada con la colaboración de la Sede del Atlántico. Permanecerá abierta de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., hasta finales del mes de julio.

El artista

Alberto Murillo Herrera obtuvo su bachillerato en Artes Plásticas con énfasis en grabado en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR. Continuó sus estudios en la Universidad de Iowa, Estados Unidos, donde se graduó de Master en Bellas Artes con énfasis en grabado y una subespecialidad en dibujo.

Sus obras han sido expuestas en galerías nacionales y extranjeras, entre ellas en las Galerías López Escarré, Bellas Artes y Sofia Wanamaker, el Museo de Arte Costarricense, el Instituto Cultural de México, la Casa Sperlari en Cremona, Italia, el Museo de Arte Contemporáneo en Santiago, Chile; el Cultural Center Gallery en Pennsylvania, Estados Unidos; el Centro Cultural Oboé en Fortaleza, Brasil; la Manchester Metropolitan University, Inglaterra, y la Universidad Autónoma Metropolitana de México.

Alberto ha sido galardonado con el Premio Nacional “Aquileo J. Echeverría en Artes Plásticas 1999”, el Gran Premio y Medalla de Oro en la X Bienal Iberoamericana de Arte en México; Mención Honorífica en el Salón Nacional de Grabado “Francisco Amighetti”, y el primer lugar del Certamen Jóvenes Valores “Fausto Pacheco” del Centro Cultural Costarricense-Norteamericano.

Es ex director de la Escuela de Artes Plásticas y profesor de grabado de esa Unidad Académica. Su interés como docente es que los estudiantes aprendan una disciplina, donde la tradición y el uso de materiales alternativos se mezclan para la creación.

Al respecto comentó que, ya que los estudiantes no tienen acceso al equipo y materiales que la disciplina requiere, se buscan alternativas donde se desarrolle el individuo.