El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) planea desde hace 45 años la creación de una represa hidroeléctrica en la región del pacífico sur costarricense, iniciativa que tendría como resultado el proyecto más grande de Centroamérica en su tipo.
A pesar de los múltiples retrasos y de la seria intensión del pasado gobierno de Óscar Arias de que su construcción iniciara en el 2009, lo cierto es que finaliza el 2010 y las obras no tienen luz verde.
Asimismo, surgen inquietudes sobre el impacto ambiental y social que pueda tener un proyecto de esta magnitud, cuyo embalse abarcará 6.605 hectáreas.
Ante estas disyuntivas el Programa de Posgrado en Arqueología de la Universidad de Costa Rica (UCR) organizó el foro denominado Reflexiones sobre el Proyecto Hidroeléctrico del Diquís: una contextualización histórica, desarrollado el miércoles 1 de diciembre en el miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales.
A la cita acudieron como exponentes el ingeniero forestal Diego Argüello Murillo y el antropólogo Bohián Pérez Stefanov.
Lugares como Buenos Aires, Ceibo, Térraba, La Tinta, Caracol, Pilas, Remolinos, Ventana de Colinas, Río Cataratas, Macho Montes, Paso Real, Caña Blanca y Vergel se cuentan entre los 35 sitios que de una u otra forma les impactará la construcción de la represa y su respectivo embalse.
Argüello Murillo participó en un estudio elaborado por el ICE sobre un inventario de composición de la flora en la zona dedicada al proyecto Diquís, trabajo que aportó listados de especies endémicas, amenazadas o en peligro de extinción, además de un registro fotográfico, muestras botánicas para herbarios y se calculó el índice de valor ecológico, todo como parte de las primeras etapas del estudio de impacto ambiental.
“Sería muy precipitado decir si es viable o no, pues tiene muchas implicaciones que se deben valorar en forma multidisciplinaria y no desde una óptica meramente técnica. Estoy seguro que muchos de los técnicos del proyecto harán un acercamiento muy positivo y las valoraciones se reflejarán en el estudio de impacto”, comentó el Ing. Argüello.
Por su parte, el antropólogo Bohián Pérez Stefanov realizó un repaso por la situación sociocultural que se vivió y que se vive en el área del proyecto Diquís, esto por cuanto son muchas las comunidades que se verán directamente afectadas y centenares de personas deberán ser trasladadas.
Como un claro ejemplo, Pérez Stefanov citó que sólo en la comunidad de Ceibo se deben reubicar 600 personas.
“En este momento las comunidades que están siendo afectadas la única información que reciben es por parte del ICE, no tienen una fuente alternativa y ojala que con este tipo de reflexiones quede en evidencia que existe información sobre Diquís, pero hay que procesarla, valorarla, discutirla y comunicarla mediante fuentes objetivas”, ahondó.
En manos del gobierno de la República y de las autoridades del ICE está un proyecto hidroeléctrico que además de ser medido por aspectos técnicos, también debe de incluir un estudio de impacto social para que sea viable.© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: noviembre, 2024