La desigualdad, la pobreza y la exclusión social aumentaron en el país durante el 2009, situación que afectó sobre todo a los sectores sociales más pobres y se agravó con la crisis económica internacional.
Este es uno de los principales resultados que arrojó el XVI Informe Estado de la Nación en desarrollo humano sostenible, del Programa Estado de la Nación, dado a conocer ayer públicamente.
De acuerdo con el estudio, en el año 2009 la desigualdad en la distribución del ingreso, medida por la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, mostró un fuerte incremento, que se refleja en tres indicadores.
La diferencia de los ingresos entre los hogares ricos y pobres aumentó entre 2008 y 2009 de 16 a 19,2 veces en el caso de los hogares del primer decil (10 por ciento más pobre) con respecto al décimo decil (10 por ciento más rico) y de 9 a 10,1 veces entre los quintiles quinto y primero.
Al mismo tiempo, el índice del coeficiente de Gini pasó de 0,421 en 2008 a 0,437 en 2009, el valor más alto reportado en los últimos 19 años.
El Informe reveló también que los ingresos promedio de los hogares más pobres experimentaron una caída de un -6,9 por ciento, mientras que en los hogares más ricos se incrementaron en un 11,6 por ciento.
“El aumento de la desigualdad en el 2009 refleja cómo la crisis económica se ensañó sobre todo con los más pobres, pero además cómo algunos de los más ricos obtuvieron ventaja de ella”, se afirma en el documento.
Otro aspecto analizado es la desigualdad según la clase social y su participación en el ingreso. Al respecto, el estudio mostró que el 3,6 por ciento de los hogares que conforma la clase alta percibió el 10,9 por ciento del ingreso familiar total y los medianos empresarios y expertos, que representan un 10,7 por ciento del total de hogares, recibieron un 24,6 por ciento del ingreso total.
Por su parte, las clases intermedias, tales como las familias de pequeños propietarios, reciben un 14 por ciento del total de ingresos y representan un 18 por ciento del total de hogares.
Finalmente, las demás clases sociales tienen una participación muy reducida dentro del ingreso total.
Según el Informe, la pobreza (medida por ingresos) muestra una tendencia al estancamiento. Creció en 0,8 puntos porcentuales, al pasar de 17,7 por ciento en 2008 a 18,5 por ciento en 2009, pero hubo mejoras en cuanto a la brecha entre pobreza rural y urbana.
En 2009, la diferencia entre la población pobre rural y urbana fue de apenas 1,2 puntos, en relación con la incidencia alcanzada en las últimas dos décadas de 7 puntos porcentuales en promedio.
Las regiones del país en donde más se incrementó la pobreza en el último año fueron: Pacífico Central, Huetar Norte, Central y Brunca, y en donde se redujo fue en la Huetar Atlántica (-3,1 puntos) y Chorotega (-1,9 puntos).
Efectos de la crisis económica
Los efectos más directos de la crisis económica internacional en la economía costarricense se reflejaron en dos rubros: las exportaciones y la inversión privada, lo cual explica en gran medida la contracción de un 1,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el 2009.
Asimismo, la crisis produjo un aumento del desempleo de la mano de obra menos calificada. Su repercusión se centró en el empleo informal y el agropecuario, en donde el número de empleos se redujo en 26 900.
Por el contrario, el número de empleos calificados en las clases intermedias se incrementó en 24 699. Más del 40 ciento de las nuevas contrataciones ocurrieron en el sector público y un tercio en el sector comercio.
Si se analizan los efectos por sectores económicos, la crisis fue más severa para la agricultura, la industria, la construcción, el comercio y el turismo, en donde se produjo un fuerte aumento en el desempleo, principalmente en la construcción, que perdió más de 24 000 puestos de trabajo.
Sin embargo, el consumo privado fue clave para que la crisis no golpeara tan fuerte como se preveía. Al respecto, el informe indica que el consumo, aunque se desaceleró, no se contrajo.
Uno de los factores que ayudó a mitigar el efecto de la crisis fue que por primera vez en 20 años hubo un crecimiento del salario mínimo real del 4,2 por ciento en el sector privado y del 17,9 por ciento en el sector público, como resultado de la reducción en la inflación y el rezago con que se ajustan los salarios nominales en el país.
También contribuyó a amortiguar el impacto de la crisis sobre la producción nacional un mayor dinamismo del Gobierno en la contratación e inversión en infraestructura, cuyo nivel fue superior al observado en los últimos diez años.
El Programa Estado de la Nación está auspiciado por cuatro las universidades públicas: Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional, Universidad Estatal a Distancia e Instituto Tecnológico de Costa Rica, reunidas en el Consejo Nacional de Rectores (Conare), y por la Defensoría de los Habitantes.