La investigadora del Sexto Estado de la Niñez y la Adolescencia (EDNA), M.Sc. Laura Fernández Kalodziez, señaló que las y los muchachos, sin importar su procedencia geográfica o nivel socioeconómico, demuestran una necesidad de cercanía y contacto afectivo. Además, se quejan de que no son tomados en cuenta como sujetos de derecho, tanto fuera como dentro del sistema educativo, para participar de las decisiones que los afectan.
“Necesitamos que todos los que estamos involucrados con la juventud y la niñez tengamos mayor capacidad para atender y para entender el dolor psíquico, para poder leer lo que está queriendo decir ese muchacho o esa niña con sus actos, con sus gritos o con su silencio…”.
La especialista también explicó que debido a la percepción de inseguridad, las y los adolescentes también carecen de espacios de reunión y en los centros educativos no se asegura que las y los docentes estén capacitados para atender problemas o situaciones conflictivas de las y los estudiantes.
En el sector salud, el Dr. Marco Díaz Alvarado, Director del Programa de Atención Integral al Adolescente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), planteó que la falta de comunicación con las y los adolescentes ha repercutido en el aumento de prácticas sexuales prematuras y casuales.
“En realidad no estamos escuchando a los adolescentes” dijo el Dr. Díaz y añadió que es muy difícil que las situaciones mejoren si no hay más participación de los adolescentes de una manera real.
Para el psiquiatra, los adultos insisten en ver la adolescencia como un problema. Al tener esta visión errada, la sociedad responde con soluciones poco articuladas a las necesidades y sin entender el contexto global alrededor del adolescente.
Trabajo en la comunidad y centros educativos
Leonado de la O, funcionario de la Dirección de Promoción de Derechos del Ministerio de Educación Pública (MEP), explicó que desde su entidad se está realizando un proceso de sensibilización para prevenir la violencia. Por ejemplo, se han organizado encuentros estudiantiles, el Festival Estudiantil de las Artes y el Programa “El cole en nuestras manos”. El objetivo es crear espacios de expresión y participación estudiantil.
De la O comentó que los encuentros con colegiales han permitido abrir un diálogo sobre las percepciones que tienen los jóvenes. En un reciente encuentro sobre violencia, los estudiantes relacionan el origen de la violencia con situaciones de inmadurez, falta de comunicación y respeto. También se quejan de que los profesores sólo tienen interés por el rendimiento académico, mientras que los adultos son poco tolerantes hacia las diferencias.
El Lic. Jorge Delgado Salazar, Director Ejecutivo de la Dirección General para la Promoción de la Paz y la Convivencia Ciudadana (Digepaz), explicó que es necesario fomentar el uso de la palabra y el diálogo horizontal entre jóvenes y adultos y dejar de problematizar a los adolescentes. Se requiere diferenciar entre lo que se puede considerar conflictivo y lo que es delictivo.
“Percibir a la adolescencia como problema es justamente facilitar los argumentos para la represión, porque hoy de alguna manera ser joven es ser peligroso y eso lo están retratando los medios de comunicación”.
Para abrir el diálogo, el Lic. Delgado recomienda una escucha con calidad y calidez, en un tono que permita sintonizar con las necesidades de los muchachos y muchachas. Esto se ha logrado por medio de mesas de diálogo juvenil, donde los adolescentes son los protagonistas.