Una obra póstuma del académico Dr. Álvaro Quesada Soto, exprofesor e investigador de la Escuela de Filología y Lingüística de la Universidad de Costa Rica (UCR), reúne una serie de ensayos inéditos y otros de poca difusión en torno a la literatura costarricense, así como opiniones de colegas y amigos y homenajes que el autor recibió en vida.
Rutas de subversión: la novela de los años cuarenta, como se titula el nuevo libro, fue editado por el Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla) de la UCR, tras casi una década de la partida de uno de los fundadores de este centro universitario.
A la presentación oficial de la obra, efectuada en el Centro Cultural de México, asistieron colegas de Quesada, discípulos, familiares y amigos, quienes lo recordaron como universitario y como ser humano.
Los editores de la obra fueron el Lic. Gastón Gaínza Álvarez, investigador del Ciicla, y la Magíster Amalia Chaverri Fonseca, profesora de la UCR, quienes se encargaron de recoger, interpretar y organizar los últimos escritos que el investigador dejó esparcidos en discos y en computadoras.
La directora del Ciicla, Dra. Ethel García Burchard, destacó que la huella de Quesada continúa presente en el trabajo de este centro de investigación. “Seguimos trabajando en nombre de Álvaro por los procesos de construcción de las identidades y de los discursos nacionales”, aseguró García.
García destacó el aporte de este académico al estudio interdisciplinario de la literatura costarricense.
Quesada, graduado en la Universidad de San Petersburgo, una de las más prestigiosas y antiguas de Rusia, en estudios eslávicos, encontró respuestas en los clásicos rusos para hacer su interpretación de la literatura costarricense, sobre todo de la narrativa y la dramaturgia, mencionaron los expositores durante la presentación de la nueva obra.
La Dra. Flora Ovares Martín, profesora e investigadora de la Universidad Nacional, describió a Quesada como un investigador de vocación, como lo confirma “el trabajo exhaustivo, la capacidad de trabajo y la responsabilidad” en su último libro.
Como lo dijo el historiador Dr. Víctor Hugo Acuña, Quesada “fue un universitario y un verdadero hombre de letras, a gusto con los libros y alérgico a reglamentos y formularios”, recordó Ovares.
“Se interesó en el estudio de los discursos ideológicos que se construyen y reelaboran en las obras literarias, las relaciones entre estas y los discursos políticos y las posibles dinámicas de todos estos elementos”, agregó la especialista en literatura costarricense.
Ovares expresó también que él formó parte de una generación que rechazó el poder y comprometida políticamente.
El Magister Leonardo Sancho Dobles, profesor de la Escuela de Estudios Generales y uno de los discípulos de Quesada, se refirió “a las rutas subvertidas de Álvaro Quesada” presentes en el nuevo libro y explicó que son rutas subversivas porque “trastornan y revuelven el statu quo, particularmente en lo político y en lo estético”.
Entre esas rutas que señaló Quesada –afirmó Sancho–, están las “trazadas por la Generación de los años cuarenta, que apuntan a la revolución del viejo orden, que es el modelo de Estado liberal oligárquico, del cual nos cuesta todavía liberarnos”.
Mencionó también la subversión de la escritura, “que trastrueca los límites y convenciones de la literatura realista mediante la experimentación y nuevas y diferentes formas de narrar”, así como la subversión de la mujer, que “se hace perceptible mediante su voz para alterar el discurso oficial del patriarcado”.
En su opinión, “todas esas rutas, según observa Quesada, son subversivas porque significan una nueva forma de imaginar la realidad y representan una forma de convivencia y relación social”.
El escritor y periodista Carlos Cortés rememoró a Quesada como crítico literario, crítico de la cultura, historiador, filólogo y ensayista. En sus palabras, “Álvaro redescubrió la literatura costarricense, junto a otros investigadores, en particular Margarita Rojas y Flora Ovares, y entendió que literatura costarricense y literatura nacional ni son lo mismo ni son iguales”.
Para Cortés, el gran aporte de Quesada es hacer hablar los textos y hacer hablar una época por medio de su producción literaria. “La tentativa de Álvaro, que acomete en sus tres ensayos primordiales, fue leer la nación como discurso literario, como producción de sentido”, manifestó.
Por eso, añadió, la primera tarea de este nuevo y último libro “es recordarnos que su obra crítica está viva y que es responsabilidad de sus lectores interpretarla, subvertirla, controvertirla y problematizarla, hacerla suya y de los otros y permitir que siga estando viva”.