El estudio "Nuevos descubrimientos sobre la amenaza sísmica en Centroamérica", elaborado por profesionales en sismología del Istmo, entre ellos Lic. Wilfredo Rojas, de la Escuela de Geología, de la Universidad de Costa Rica concluyó que el mayor riesgo sísmico está en orden de importancia en : Ciudad Guatemala, San Salvador, San José y Managua, y en mucho menor grado en Tegucigalpa y Ciudad Panamá.
Las amenazas sísmica más altas de toda Centro América son “al sur de Costa Rica en la zona fronteriza con Panamá, así como el sur de Guatemala”.
El investigador y docente Wildfredo Rojas recalcó que ante la situación sísmica del Istmo, queda claro que esta porción del Continente no es apta para instalar proyectos de altísimo riesgo, como reactores nucleares.
La elaboración de mapas de las zonas sísmicas y de amenaza sísmica, así como la definición del modelo matemático más apto para conocer cómo se propaga la energía en el medio geológico, es parte de los aportes del estudio.
El Lic. Wilfredo Rojas, investigador y docente de la Escuela de Geología, de la Universidad de Costa Rica, y participante en el grupo de expertos que realizó el estudio, dio a conocer los resultados del trabajo la pasada semana en la UCR.
En esta ocasión explicó que en el área están chocando seis placas tectónicas simultáneamente: la placa norteamericana, la de Coco, la placa Caribe, la microplaca Panamá, la placa Nazca y la placa suramericana. El profesional dijo que por eso esta zona es propensa a sismos de subducción y al fallamiento local.
En el caso específico de Costa Rica, señaló que se presentan las tres principales fuentes sísmicas, de las cuales “dos están relacionadas con el choque de placas, una por subducción interplaca a menos de 30 kilómetros de profundidad, la otra por subducción intraplaca de profundidad intermedia, mayor a 40 kilómetros, cuya energía, por la profundidad en la que ocurren, llega filtrada a la superficie” por esta razón, explicó Rojas los sismos no son tan severos.
“La tercera causa son los sismos por fallamiento local, que son aquellos que ocurren en las fracturas de las capas superficiales de la corteza, y que pese a su moderada magnitud, son los más dañinos por ser muy superficiales y muchas veces cerca de los centros poblacionales, descargando allí su energía.
Muchas veces están ubicados en la cadena volcánicas de América Central y en las mesetas o valles internos, que son las áreas donde se concentran la mayoría de los centros poblacionales de la región, por lo que muchas ciudades principales, presentan una alta vulnerabilidad sísmica”.
El experto indicó que además de los mapas de amenaza sísmica “se efectuó un ejercicio adicional que se llama desagregación con base en la magnitudes y distancias de las fuentes sísmicas, nunca se había hecho y fue para demostrar cual será la fuente que aporte mayor contribución a la amenaza sísmica, o que en caso de un desastre en alguna de las ciudades del Istmo, cuál va a ser la fuente sísmica culpable”.
La investigación basada en la zonificación y datos sísmicos fue financiada por la Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD), la Universidad Politécnica de Madrid y el Centro de Desastres Naturales de Centro América (Cepredenac) cuya sede está ubicada en Guatemala.
© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: noviembre, 2024