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El sistema educativo no enseña a comprender la lectura

30 jul 2009
Flora Rodríguez-Brown
La proficiencia en la escuela la componen básicamente cuatro bloques: el estudio sobre palabras y decodificación de textos, que incluye el conocimiento de fonética y el desarrollo del vocabulario. La fluidez, la comprensión y la escritura. En la foto Flora Rodríguez-Brown (foto Jorge Carvajal)

En Costa Rica debería dedicarse una clase completa a la lectura, no incluirse bajo la materia “Español” y mucho menos dedicarle únicamente 40 minutos, esto porque los problemas relacionados con la comprensión de lectura repercuten en todas las áreas de aprendizaje y representan un problema aún para estudiantes universitarios.

Esta es una de las principales conclusiones a la que llegó la profesora de la Universidad de Illinois, Chicago, Estados Unidos, Flora Rodríguez-Brown en la conferencia “La conciencia lectora y el aprendizaje de la lectoescritura” en el marco de la investigación Desarrollo de la competencia léxica, auspiciada por la Fundación de Cooperación CR-USA.

Según Rodríguez-Brown únicamente de primer a tercer grado se enseñan destrezas de lectura y se obvia la comprensión misma de los textos casi por completo en el resto del proceso educativo. Además señaló que hay abismos entre los diferentes niveles de educación, pues se instruyen sobre lenguaje español pero no aprenden a analizar ni a entender los textos.

La atención no debe centrarse solamente en la proficiencia, que son las características que tiene el lector al momento de leer tales como la automatización del código, la fluidez, las estrategias que utiliza para entender lo que está leyendo; sino además en la motivación. Es decir, los niños deberían aprenden destrezas para leer pero además para entender lo que están leyendo y apropiar por qué es importante para sus vidas, lo que significa desarrollar una conciencia lectora.

La motivación se ve afectada principalmente por la percepción que tiene la persona sobre su habilidad para leer y el interés que tenga por la lectura. Algunos otros aspectos como el tener poco tiempo para realizar una lectura, que la información no sea nueva o interesante y que se de la competencia en clases son otros factores que pueden incidir negativamente en la motivación.

A pesar de que el Sistema educativo costarricense presenta limitaciones para el desarrollo de la conciencia lectora, es un problema que corresponde a una responsabilidad compartida, que involucra a escritores de libros dedicados a niños, padres de familia y educadores, debe haber responsabilidades en la comunidad y en el hogar.

Enseñanza de la comprensión

Niños en clase
Los niños rechazan la lectura porque no han entrado en ella por decisión propia. Para evitarlo hace falta crear instrumentos que permitan el goce de los niños, lo que se logra únicamente cuando se conocen sus gustos (foto Archivo ODI)

Existen dos tipos de palabras: las que se reconoce automáticamente, como las que se asocian con aspectos gráficos o con objetos y las que no tienen sentido en sí mismas como por ejemplo las preposiciones. Para que los niños se familiaricen con estos conceptos se pueden realizar paredes de palabras, donde los niños puedan reconocerlas.

Es importante cambiar la instrucción, no ofrecerle a los estudiantes únicamente escritos narrativos como son los cuentos y la literatura, los informativos también son muy funcionales. Aunque siempre deben de elegirse textos apropiados a la capacidad lectora de los estudiantes.

Enseñarles cómo está estructurada la información, permite crear mapas conceptuales mentales y comprender con mayor facilidad las ideas principales de los textos.

Hacerles sentir que tienen control sobre la lectura a través de una serie de estrategias es otro mecanismo para fomentar la “consciencia lectora”. Aunque se debe tener presente que cada niño desarrolla sus propias estrategias y deben ser respetadas, por lo que la labor del instructor es brindar herramientas para facilitar el aprendizaje de los niños.

Algunas de las estrategias recomendadas son el modelado proporcionado por el maestro o la maestra, la explicación directa por parte del instructor y abrir espacios para que los estudiantes discutan sobre las estrategias que han desarrollado.

Otras manera de incentivar la lectura es anticiparse y predecir lo que va a suceder en el estilo narrativo, preguntarse a sí mismo, resumir, o hacer preguntas.

El dedicar un espacio físico a la lectura, desde un rincón de la clase hasta adecuar el espacio con muebles genera más atracción para los niños. Además es útil tener libros y textos variados para que sean los niños quienes elijan qué leer, por ejemplo los periódicos pueden representar una buena oportunidad porque son textos cercanos a la realidad de los niños, lo que genera más atención y mejor comprensión.

Giannina Correa Cantón.
Periodista Oficina de Divulgación e Información
gianninpabja.correa  @ucrmigh.ac.cr

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