Un aumento en la actividad sísmica y la inestabilidad de materiales que pueden colapsar en la cúspide son factores que combinados podría provocar una eventual erupción del volcán Arenal.
Durante el mes de marzo, un enjambre se sismos tectónicos tuvieron lugar en el volcán Arenal reportó la Red Sismológica Nacional (RSN) basada registros del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Arenal y Miravalles (OSIVAM-ICE).
Este tipo de actividad sísmica, según la RSN, puede ser precursora de algún evento importante como nuevas coladas de lava o algún flujo piroclástico a corto plazo.
De acuerdo con el OSIVAM-ICE a diferencia del mes de febrero donde se registraron pocos eventos de este tipo (4 ó 5 sismos), el Arenal aumentó en marzo a 45 sismos que ocurrieron mayoritariamente entre los días 3 y 4 y 15 y 17 de marzo
De acuerdo con Wilfredo Rojas de la RSN el volcán Arenal se mantiene activo desde julio de 1968 por lo que es normal el desprendimiento de rocas incandescentes y ceniza. Sin embargo la Red mantiene un monitoreo constante en la zona que les permitió percatarse del aumento de actividad en marzo.
Rojas explicó que “este aumento en la actividad sísmica está indicando de cierta manera que puede haber un desequilibrio en el macizo como tal, por lo que podría darse un colapso en la parte superior de los materiales, con el consecuente aumento de emisiones de lava y erupción de cenizas como las que hizo en años anteriores”.
Sin embargo, Rojas aclaró que la erupción es sólo una de las opciones de desenlace de estos sismos pero que también cabe la posibilidad de que no suceda nada en el volcán.
Catorce sismos en marzo
Durante el mes de marzo la Red Sismológica Nacional UCR-ICE reportó 14 sismos sentidos en el país. La mayoría se localizaron en la zona sur del país, región que presenta una actividad sísmica importante en los años recientes.
Estos sismos se han sentido con fuerza principalmente en Golfito, Laurel, Puerto Jiménez, Río Claro, Buenos Aires y San Isidro de el General; en el Valle Central se sintieron pero con moderación.
De los movimientos registrados, nueve alcanzaron magnitudes superiores a cuatro. Siete de ellos se ubican en el Golfo Dulce y se asocian al proceso de subducción de la placa del Coco bajo el Bloque Panamá.
Otros dos eventos que se ubicaron al sur de Punta Burica se asocian a la Zona de Fractura de Panamá que marca el límite entre las placas Coco y Nazca.
Rojas explicó que estos sismos están sucediendo “debajo del agua”. Aunque han sido de intensidad media no han provocado mayores daños porque se localizan a profundidad (entre 25 y 30 kilómetros de profundidad).
El último sismo fuerte en la región sur tuvo lugar el 19 noviembre de 2008 con una magnitud de 6,1. Dicho sismo causó daños materiales en casas, escuelas y en el hospital de Laurel.