Universidad de Costa Rica
La suavidad, la fortaleza, el dominio de la técnica y la nitidez de la impresión son algunas de las cualidades que se pueden apreciar en la exposición de grabados en homenaje a la artista Magda Santonastasio, que se exhibe en el vestíbulo del edificio administrativo A de la Universidad de Costa Rica.
Se lleva a cabo en reconocimiento a su obra gráfica original y está compuesta por 22 grabados en color y blanco y negro, realizados por la artista entre los años 1985 y el 2000.
La curaduría de esta exposición estuvo a cargo la Arq. Andrea Kroneberg Santonastasio, quien manifestó su inmensa gratitud por este homenaje a su abuela.
Esta muestra artística incluye obras de las series Retratos, Fragmentos de Centroamérica, La Ventana, La Ventana “Anaconda”, La Ventana “Pájaro herido”, La Ventana “Tres hermanas”, Centroamérica “Pacita”, Fronteras, Retratos “Figura”, Sin título y Flores.
En ellas la artista utiliza una gran diversidad de técnicas como aguafuerte entintado a la poupée, aguafuerte con aguatinta a la manera negra, aguafuerte con tinta china al azúcar, impresión en relieve y grabado en metal, aguafuerte con viscosidad, y aguafuerte con aguatinta e impresión en relieve, entre otras.
Esta exposición es organizada por la Escuela de Artes Plásticas y la Dirección de Extensión Cultural de la Vicerrectoría de Acción Social y permanecerá abierta hasta el 3 de abril, de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 4:30 p.m.
Presencia innegable
Según expresó el grabador y director de la Escuela de Artes Plásticas, Alberto Murillo Herrera, “la presencia de Magda Santonastasio en la Universidad de Costa Rica es innegable; desde su labor en la enseñanza de la acuarela en esta Escuela, hasta su desempeño como representante de la gráfica original costarricense en círculos internacionales”.
También señaló que “se le puede considerar precursora nacional en la producción de libros de artista desde su posición de grabadora y su experiencia con talleres profesionales de impresión artística”.
Agregó que “Doña Magda nos deja una obra gráfica de gran fuerza expresiva donde lo grotesco y lo bello, junto a una ejecución a todas luces espontánea, se combinan para deleitarnos”.
Para él esta muestra artística es digna de cualquier galería internacional y una clase maestra por la diversidad y dominio de las técnicas presentes en ella, y la nitidez del trabajo de impresión.
Por su parte, para las Dras. Emilia Macaya, Clotilde Fonseca e Ivonne Robles, Magda Santonastasio es una figura extraordinaria, entrañable e inolvidable, y una persona que se caracterizó por su generosidad, bondad y sensibilidad, que supo combinar la suavidad de espíritu con una gran fortaleza, y cuya vida estuvo muy vinculada al destino de la región centroamericana.
También destacaron sus cualidades como poetisa, de lo cual dan cuenta sus libros publicados en inglés, español y alemán. Además, recalcaron que “Magda deja un legado que hace que hoy esté más viva que nunca, por lo que este homenaje es más que merecido”.
La artista
Magda Santonastasio dedicó su vida a la enseñanza de la acuarela, la poesía y el grabado. Obtuvo su licenciatura en Artes en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. Fue profesora del Colegio Humboldt durante 20 años, y de la Cátedra de Acuarela de la UCR durante 5 años.
De este período el grabador y ex decano de Bellas Artes, Luis Paulino Delgado, comentó “La educación de la enseñanza artística de niños y adolescentes, en su época de oro en Costa Rica, está representada en la maravillosa labor que Magda Santonastasio realizó en el colegio Humboldt durante veinte años”.
También la calificó de “Maestra ejemplar para quienes se dedicaban a ese campo, norte para lograr la espontánea creación de niños y adolescentes: en murales dibujos, dibujos, pinturas y grabados; educadora, quien, en la enseñanza artística dejó una estela de jóvenes, hoy adultos, con sensibilidad, o bien artistas que brillan en el ámbito nacional e internacional”.
Santonastasio además desarrolló una gran parte de su labor artística en San Diego, California, donde escribió, imprimió y publicó sus libros. También atrajo la atención de los principales museos y coleccionistas de Estados Unidos y Europa.
De 1971 al 2004 presentó alrededor de 50 exposiciones individuales tanto dentro como fuera de nuestro país.
Durante su trayectoria artística recibió numerosos premios, entre ellos el Premio del Club de Grabado de San Diego, California, en 1984; el Aquileo J. Echeverría en Grabado, en 1985, y la Medalla Konrad Adenauer de Alemania, en 1991. Como resultado de este último reconocimiento, en 1992, la Fundación Konrad Adenauer la nombró como una de las siete mujeres más importantes del año en Alemania.