Juegos para niños y adolescentes afectados por terremoto

El M.L. Carlos Villalobos, la Dra. Ana María Jurado, la M.Sc. Patricia Salgado y la Licda. Lorena Ortiz, durante la entrega de las veinte ludotecas. (Foto Omar Mena V.)

El Vicerrector de Vida Estudiantil de la Universidad de Costa Rica, M.L. Carlos Villalobos Villalobos, recibió de parte del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), veinte ludotecas que serán utilizadas para la recuperación psicoafectiva de niños, niñas y adolescentes de las zonas afectadas por el terremoto del 8 de enero en Cinchona, como parte de la respuesta ante la emergencia ocasionada por el sismo.

El acto contó con la participación del Magister Villalobos, la Magistra Patricia Salgado Muñoz, representante auxiliar de UNFPA Costa Rica; la Dra. Ana María Jurado, del Programa de Intervención Socio-afectiva en Situaciones de Desastre de la UCR; y la Licda. Lorena Ortiz, jefa del Departamento de Acreditación del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

También estuvieron presentes el Lic. Óscar Valverde, del Fondo de Población, y la M.Sc. Ligia Delgadillo, coordinadora del Programa de Voluntariado de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, quienes participarán en el desarrollo del programa “Retorno de la alegría”, de la Unicef, en las comunidades afectadas por el terremoto.

Cada ludoteca contiene, entre otros artículos, cajas de plasticina y de lápices de color, gomas, crayolas, marcadores de colores, cajas de tiza pastel y corriente, cartulinas blancas, plasticolas de colores, pliegos de papel periódico, globos de colores, bolas plásticas, un mecate para jugar suiza, un juego de naipes infantiles, juegos de “jackses”, rompecabezas, pliegos de cromos, carritos pequeños y un juego de piezas para armar.

Acciones conjuntas

Según dijo el Vicerrector de Vida Estudiantil, M.L. Carlos Villalobos, “este acto constituye una oportunidad muy bonita de desarrollar actividades en favor de un grupo de costarricenses, que sufrieron los embates del terremoto”.

Además, es el inicio de una etapa que va a favorecer el desarrollo de acciones conjuntas por parte de la UCR, el Fondo de Población, el Patronato Nacional de la Infancia, la Caja Costarricense de Seguro Social, el Instituto Mixto de Ayuda Social y el Ministerio de Salud, en respuesta a lo que está pasando en esas comunidades.

Cada ludoteca contiene diversos artículos para la recuperación psicoafectiva de niños, niñas y adolescentes afectados por el terremoto del 8 de enero con epicentro en Cinchona, Alajuela. (Foto Omar Mena V.)

Agregó que la Universidad de Costa Rica está en la mejor disposición de que las Brigadas para la Atención de Emergencias y Gestión del Riesgo y el Programa de Voluntariado se sumen a esta red de esfuerzos conjuntos.

Asimismo apuntó que esta donación es una ocasión para que niños, niñas y jóvenes tengan la oportunidad de divertirse y ser felices por medio del juego.

Por su parte, la M.Sc. Patricia Salgado comentó que la emergencia ocasionada por el terremoto del 8 de enero puso en evidencia las fortalezas y debilidades del país en este campo.

Añadió que en situaciones de crisis las personas requieren un trato digno, y en este sentido considera que el juego les ayuda a recuperar la alegría.

También señaló que el Fondo de Población, junto con la Universidad de Costa Rica y otras entidades nacionales, pueden dar respuesta a las necesidades que experimentan las poblaciones afectadas. Recalcó que todo lo que hacemos va dirigido a ayudar a las personas que lo requieren.

Asimismo, la Dra. Ana María Jurado comentó que el Programa de Unicef “Retorno de la Alegría” busca ayudar a niños, niñas y adolescentes en situaciones de desastres, como lo acontecido el 8 de enero, cuyos alcances aún no son cuantificables.

Agregó que lo que se busca con este programa es capacitar a jóvenes de la zona para que colaboren con la recuperación psicoafectiva de los niños y las niñas, no solo mediante el juego, sino también facilitándoles las herramientas para enfrentar las emociones producidas por el terremoto.

En este sentido, considera que los materiales donados son fundamentales en la gestión del riesgo.