Saltar Navegación

Presión internacional podría restituir la paz en Gaza

4 feb 2009
Ambiente en auditorio
Gran cantidad de público asistió a la mesa redonda “Gaza: la urgencia del diálogo”, realizada en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR. (foto José Salazar Ferrer).

La presión internacional se vislumbra como la única salida para que se de un diálogo entre palestinos e israelíes y retorne la paz en los territorios de Gaza y Cisjordania, concluyeron los panelistas de la mesa redonda “Gaza: la urgencia del diálogo”, convocada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

En un auditorio repleto de público, los expositores coincidieron en que urgen medidas de la comunidad internacional para que cesen las acciones militares en la zona y acabe el sufrimiento del pueblo palestino, el más afectado por el conflicto.

En la mesa redonda expusieron el M.Sc. Kifah Sasa, sociólogo; el Dr. Mauricio Frajman, profesor honorario de la Facultad de Medicina de la UCR y la Dra. Úrsula Hauser, psicoanalista.

Asunto complejo

El Dr. Carlos Sandoval García, director del IIS, en su introducción al debate reseñó algunos antecedentes de la última ofensiva de Israel en la franja de Gaza y dijo que “la explicación que asocia la situación actual exclusivamente con Hamas obvia un asunto más complejo”.

Mencionó que desde hace 18 meses Israel intensificó el bloqueo sobre Gaza y los lanzamientos de cohetes por parte de Hamas se incrementaron a partir de noviembre, tras un ataque del ejército israelí contra militantes de ese grupo palestino.

Destacó asimismo que la ofensiva “Plomo fundido” se dio en el marco de la campaña electoral de Israel, el mayor receptor de ayuda militar de Estados Unidos. En el 2005, Israel recibió por ese concepto $2.200 millones, alrededor del 20% del total de ayuda militar otorgada en ese año por el gobierno estadounidense.

Kifah Sasa
M.Sc. Kifah Sasa: “Lo que tenemos que hacer es un bloqueo económico y cultural a Israel” (foto José Salazar Ferrer)

“De ello resulta el poder militar israelí”, afirmó Sandoval. Citó datos del diario inglés The Guardian, según los cuales el ejército israelí tiene medio millón de efectivos, 3.500 tanques, 393 aviones de combate y un presupuesto aproximado de $9.000 millones.

Mientras tanto, Hamas cuenta con unos 6.000 efectivos, no dispone de tanques y aviones, y su presupuesto militar se calcula en $50 millones.

A ello se suma el hecho de que los principales países vecinos árabes se han mantenido al margen del conflicto y desde 1972 la representación de Estados Unidos en el Consejo Permanente de Seguridad de las Naciones Unidas ha vetado 40 veces resoluciones tendientes a defender los derechos del pueblo palestino o a condenar los excesos del gobierno de Israel.

Conflicto político

Para el sociólogo Kifah Sasa, el principal impedimento para alcanzar la paz en Oriente Medio es el sionismo, un movimiento político nacionalista del judaísmo fundado en 1897, que tiene como objetivo “la limpieza étnica sistemática del pueblo palestino”.

Dicha ideología plantea ubicar a los judíos diseminados por el mundo en un territorio específico, con el objetivo de generar una homogeneidad étnica; así fue como nació el Estado de Israel, explicó.

Por lo tanto, el conflicto palestino-israelí no tiene un carácter bíblico, es un conflicto moderno y una cosa es la religión judía y otra el sionismo.

Mauricio Frajman
Dr. Mauricio Frajman dijo que el mayor responsable de la represión en Gaza es Estados Unidos de América. (foto José Salazar Ferrer)

“Por eso es importante el diálogo que tiene que tener la comunidad internacional para llamar las cosas como son. No se trata de un conflicto bíblico o entre unos terroristas y un Estado, es una ocupación militar israelí y un proceso de resistencia de la población palestina que vive en las peores condiciones”, argumentó Sasa.

El sociólogo, hijo de un palestino residente en Costa Rica, consideró que la resistencia palestina debe tener presente al pueblo de Sudáfrica, que también estuvo en las mismas condiciones de opresión y que gracias al boicot comercial internacional en contra del apartheid se logró poner fin a este fenómeno de segregación en ese país africano.

“Lo que tenemos que hacer es un bloqueo económico y cultural a Israel para que salga de los territorios ocupados y permita que los palestinos vivan en paz. No compren productos procedentes de Israel con el código de barras 729”, exhortó.

El Dr. Mauricio Frajman, judío, coincidió con Sasa en que el conflicto no es una “guerra santa”, sino un proceso político que “hay que tratar de entender en su totalidad” y en el que median intereses económicos.

Manifestó que el sionismo nació como un movimiento antirreligioso y por ello es rechazado por los judíos ortodoxos. “No se debe caer en la trampa de la lucha religiosa, de que por un lado están los judíos y por el otro los musulmanes”, añadió.

Frajman consideró que en el actual contexto es muy peligroso olvidar los hechos históricos que han originado la lucha palestino-israelí y se mostró a favor del diálogo, aunque para él el principal interlocutor en este conflicto es Estados Unidos, “el papá de los tomates de la represión en Gaza”.

Para él, la solución del problema no radica en la devolución a los palestinos de los territorios ocupados por Israel, aunque reconoció que la creación de un Estado palestino al menos pararía la violencia.

Úrsula Hauser
Dra. Úrsula Hauser: En este conflicto “la responsabilidad la tenemos todas las personas, porque cada una puede aportar a su manera” (foto José Salazar Ferrer)

El drama humano

La Dra. Úrsula Hauser, psicoanalista que ha trabajado desde hace diez años con la población civil palestina, manifestó que es posible el diálogo de la comunidad internacional para poner fin al sufrimiento del pueblo palestino, que por más de 60 años no ha sido escuchado.

Hauser forma parte de un grupo de psicoanalistas de diversos países que desarrollan en Gaza y en otras ciudades palestinas el psicodrama, un método terapéutico mediante el cual las personas expresan sus sentimientos. Esta metodología se aplica internacionalmente en situaciones de traumatismos de guerra y de posguerra.

“En Gaza ya hay un grupo de personas que tienen la posibilidad de multiplicar este método y trabajan con niños y niñas traumatizadas y con mujeres a quienes la depresión las lleva a tratar de no quedar embarazadas por miedo a que sus hijos tengan el mismo destino de cientos de niños que mueren”, dijo Hauser.

Esa herramienta también busca fortalecer la identidad individual y la memoria colectiva, según Hauser, y a desarrollar la conciencia cultural y social en su contexto histórico.

“Mujeres, hombres, niños y ancianos traumatizados por la violencia no pueden actuar constructivamente, necesitan elaborar y ojalá reparar algo de los daños psicológicos causados por la guerra. En Palestina son cuatro generaciones las que sufren despojo, violencia, humillación, muerte, prisión”, comentó.

La especialista manifestó que muchas veces han tenido que trabajar en un contexto de retraumatización. “Apenas hemos logrado que se elaboren un poco los crímenes de la primera Intifada, hemos podido hacer memoria de los hechos del 48, del 67, de los años 90 y del 2002, y ahora estamos ante una nueva masacre”, declaró.

Según Hauser, en este drama humano “la responsabilidad la tenemos todas las personas, porque cada una puede aportar a su manera”.

Patricia Blanco Picado.
Patricia Blanco Picado.
Periodista Oficina de Divulgación e Información
patricia.bbqpulancopicado  @ucrritn.ac.cr

Comentarios:

0
    Utilizar cuenta UCR
    *

    Artículos Similares:

    Regresar Arriba