Treinta años de fundición artística y sesenta de creación de una institución se unieron para rendir homenaje a un reconocido artista nacional: Crisanto Badilla.
Con tal motivo en las afueras de la Contraloría General de la República se presentó una exposición de esculturas en bronce y mármol de Badilla, como un reconocimiento a sus treinta años de labor en el campo de la fundición.
El artista fue invitado a exponer sus obras por la contralora general, Sra. Rocío Aguilar, en el marco de la celebración del sexagésimo aniversario de creación de esa entidad.
La muestra incluyó diez esculturas, tres piezas grandes en mármol y el resto en bronce, las cuales forman parte de su colección personal, y “son logros, son peldaños, momentos determinados en la fundición artística”, según señaló Badilla.
Las piezas giran principalmente en torno a la figura de la mujer, solo hay una hombre, porque para Crisanto plásticamente la mujer es más redonda, más simbólica, más fruto, como en la naturaleza que todo tiende al arco, a las curvas.
En cambio el hombre es más anguloso, más hueso, más sanguinario, más guerrero, el que ha destruido todo con sus guerras y lo sigue haciendo.
Para él, sería mejor si la mujer en un futuro tomara las riendas del planeta, porque “se llegaría por primera vez a lo que las sociedades anhelan: momentos de más paz, de más superación, porque ella es menos fanática, menos corrupta que el hombre”.
Esta es su percepción, su posición personal, las lecturas que el cerebro hace y que determinan la escogencia de un tema de inspiración, porque “un artista no puede existir sino es un lector, pues de lo contrario qué va a hacer, qué va a reflejar, cómo se va a conocer”, comentó Badilla.
También apuntó que el arte es una expresión, un estado mental, que seguirá existiendo mientras existan las sociedades y cumpliendo su misión, cual es formar, educar y mejorar la sociedad.
En este sentido, señaló que esta exposición pretende mostrar la importancia del trabajo en bronce, de la labor de fundición, y en conjunto expresar las inquietudes de su pensamiento.
Hijo de artistas
Crisanto Badilla nació en Heredia el 1 de mayo de 1941, en el seno de una familia con pasión por el arte. Su abuelo Manuel fue pintor y su tío Wenceslao escultor.
Sus primeros pasos en esta disciplina los haría por cuenta propia, como autodidacta, y guiado por algunos libros que logró adquirir.
Posteriormente ingresa a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, donde obtiene el título de licenciado en Artes Plásticas con énfasis en Escultura.
Después viaja a México, donde realiza estudios de xilografía, escultura y fundición artística con los maestros Leonel Padilla y Mario Aguirre, en la Escuela de Arte de San Carlos.
De regreso labora como profesor de escultura, primero en la Universidad Nacional y luego en la Universidad de Costa Rica, en donde además enseña grabado, dibujo y pintura hasta su retiro como docente pensionado en 1998.
Crisanto también hizo estudios de restauración de materiales arqueológicos y pintura mural al fresco en Barcelona, España, y de soldadura eléctrica y oxiacetileno en el Instituto Nacional de Aprendizaje en San José, Costa Rica.
En 1981 instala en Heredia su taller de fundición artística “La Campana”, donde el artista continúa enriqueciendo el arte costarricense con sus creaciones.