Rostros surgiendo de las penumbras, seres abrazados queriendo romper cadenas, ayudándose unos a otros y compartiendo una misma condición.
Esta es visión de los migrantes que nos trasmite la artista Beatriz Parra Thompson en la exposición que está presentando hasta el viernes 4 de diciembre, en el vestíbulo de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica.
La muestra se denomina Mercancía de exportación y está conformada por seis piezas de cerámica escultórica elaboradas en arcilla roja cocinadas a altas temperaturas, las cuales giran en torno a la temática de la migración.
Según expresó la artista, la mayoría de las obras son rostros ocultos saliendo de las penumbras, que la gente no logra apreciar. Van entrelazados, abrazados, ayudándose unos a otros, como simbolizando la situación que todos tienen en común: el de ser migrantes. Ellos sufren desesperanza y resignación, pero que a la vez sueñan con una vida mejor, aunque estén expuestos al abuso y a la explotación.
Añadió que las piezas aluden al contenedor y las cajas de los barcos, “como símbolos propios de la exportación que evidencian la mano de obra barata lista para transportarse, como producto de mercado y no como seres humanos”.
También señaló que “las obras reflejan un sentimiento de hermandad y tolerancia ante la migración, situación a la cual nuestro país no está exento de exportar e importar gente”.
En esta exposición ella emplea colores terracotas que simbolizan la tierra, y su firma es un sello en alusión a la marca que se coloca a una mercancía. Las piezas tienen grietas como señal del deseo de romper cadenas, de salir de ese mundo en el que se encuentran atrapados.
La artista comentó que la arcilla es un material frágil, que a su vez permite la tridimensionalidad de la escultura y el trabajo de volumen. También apuntó que cada pieza conlleva un proceso de cocción muy lento, en el cual hay un 90 por ciento de certeza sobre el resultado final y un 10 por ciento de sorpresa.
Sobre esta muestra el director de Extensión Cultural de la Vicerrectoría de Acción Social, Lic. Juan Carlos Calderón, comentó que “Beatriz Parra Thompson es una joven artista de la más reciente generación de escultores y ceramistas que ha dado la Escuela de Artes Plásticas de la UCR. Hija del escultor Mario Parra Brenes y de la pintora Elizabeth Thompson Vicenti, ambos exponentes contemporáneos del arte nacional”.
Agregó que “Beatriz se asoma al mundo del arte con una vigorosa fuerza tridimensional, que no es otra cosa que la fuerza que emana de la herencia de su padre y de una exquisitez pictórica del talento de su madre. Sin embargo al ver sus obras, de inmediato, nos toca el alma y descubrimos un nuevo talento en el horizonte artístico nacional”.
La artista
Beatriz Parra Thompson obtuvo dos graduaciones de honor en Cerámica y Escultura en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.
En el año 2006 ganó el concurso “Ambiente universitario”, organizado por el Consejo Universitario, y en el 2008 el premio de fotografía sobre la escultura en papel hecho a mano, auspiciado por la Municipalidad de San José.
Beatriz participó en la realización del Monumento a Los Boyeros, especialmente en la elaboración de las caras de los boyeros.
Ella ha expuesto colectivamente en la UCR, en el Museo Calderón Guardia y en la Cava del Arte con el reconocido artista costarricenses Rafa Fernández.
Su meta más cercana es obtener una Maestría en Escultura Cerámica, posiblemente en Estados Unidos, pues en nuestro país aún no se da esa especialidad.
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