Universidad de Costa Rica
La necesidad urgente de que el mercado de los medicamentos tenga regulación, que haya financiamiento público para investigación y desarrollo en el campo farmacéutico, especialmente para enfermedades olvidadas, y que se hallen alternativas para resolver el problema que generan las patentes, son algunos de los requerimientos actuales que demanda la industria farmacéutica.
Así lo manifestó el Dr. Antonio Ugalde, investigador de la Universidad de Texas, quien estuvo de visita en la Universidad de Costa Rica (UCR).
Él, junto a la Dra. Nuria Homedes, fue invitado por la Facultad de Microbiología de la UCR, para impartir la conferencia De medicamentos para curar a medicamentos para vender: la transformación de la industria farmacéutica.
El expositor considera imperativo eliminar los conflictos de intereses entre la industria farmacéutica, los prescriptores de medicamentos, las revistas médicas y las farmacias, además de que haya acceso a los ensayos clínicos que se realizan para que el público en general pueda verificar sus resultados, y que las guías éticas en este campo sean preparadas por grupos independientes.
El Dr. Antonio Ugalde es un sociólogo español, quien se ha dedicado a investigar los intereses y alcances de la industria farmacéutica mundial. Él considera que ni médicos ni hospitales deben recibir visitadores médicos ni muestras médicas gratuitas, y que los estudiantes de medicina requieren más conocimiento sobre los intereses que mueven a la industria productora de medicamentos.
Diferentes estrategias
Como cualquier otra industria, la farmacéutica tiene como su fin principal obtener las máximas ganancias. Tanto es así que según dijo Ugalde en las principales empresas de la industria mundial de medicamentos sus líderes son profesionales del marketing.
Para mantener su posición en el mercado mueve todos los recursos a su alcance. Desde anuncios en medios de comunicación hasta el pago de escritores fantasmas que publican en la literatura científica, hasta ciertas estrategias de desplazamiento y posicionamiento de medicamentos, y el financiamiento a conferencias, congresos y becas de estudio para profesionales de la Medicina.
El expositor denunció que ocho de los nueve miembros del panel que evalúa y establece los niveles aceptables de colesterol en sangre en humanos tienen relación con la industria farmacéutica, al igual que nueve de los once que integran el panel que valora los niveles de hipertensión arterial. Al respecto indicó que es interesante ver que ese panel reduce cada vez más los niveles de colesterol malo (LDL) que se emplean como parámetros deseados.
Según datos que aportó en su exposición en el 2008 en Estados Unidos el 94% de los médicos tenían relación con la industria farmacéutica, el 83% recibieron de ella comidas y el 78% recibieron muestras de medicamentos.
Por otra parte, entre los medicamentos que han generado más ganancias con sus ventas citó a Lipitor (para reducir colesterol) con $12 mil millones, Neurontin (para el dolor neuropático) a $10 mil millones, Prilosec (inhibidor gástrico) con $6 mil millones, Risperdal (para psicosis esquizofrénica) con $4 mil millones y Fosamax (para combatir osteoporosis) con $3 mil millones.
Comentó que en Estados Unidos y Nueva Zelanda además emplean la estrategia de promocionar medicamentos por televisión y le piden que el público que consulte con su médico. “Lo que se sabe ahora es que el 75% de las personas que ven los anuncios, consultan con su médico y el 50% de los profesionales consultados, lo recetan luego”, manifestó Ugalde.
En el año 2000 la industria de medicamentos patrocinó 314 mil cursos para médicos de Estados Unidos, invirtió $1.900 millones en organizar actividades y en pago de viajes para congresos. El expositor dijo que también hace inversión en pago a médicos que dirigen ensayos clínicos y a 102 visitadores médicos que atienden a 870 mil médicos estadounidenses.
Ugalde explicó que en el último año están despidiendo los visitadores médicos porque están recurriendo a las cadenas de farmacia, para que hagan el trabajo de contacto médico. Además informó que actualmente hay muchos médicos que ya no quieren seguir jugándole el juego a esa industria.
Otra cosa que denunció son las ayudas económicas a las asociaciones de pacientes, que gracias a la denuncia pública, ahora se dan a conocer. En ese sentido explicó que con esa ayuda quieren que esas asociaciones justifiquen la necesidad de los medicamentos y minimicen los efectos secundarios.