Universidad de Costa Rica
Como bien social y un derecho humano universal, la educación superior pública debe sustentar su desarrollo en la pertinencia, la responsabilidad social y la calidad.
Así lo manifestó el Dr. Axel Didriksson Takayanagi, docente e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el foro Educación superior, logros y desafíos en el contexto nacional y regional, organizado recientemente por la Rectoría, el Instituto de Investigación en Educación (INIE) y el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).
Durante su alocución el Dr. Didriksson, hizo énfasis en que para asumir el reto de crear conocimiento pertinente de acuerdo con el contexto social, transferirlo mediante acciones a la comunidad y mantener la calidad en la formación de las nuevas generaciones de profesionales en relación directa con el valor social del conocimiento que produce, el Estado tiene la responsabilidad de otorgar los recursos fundamentales para que las universidades como bien público sigan existiendo, respetando el principio de autonomía, vital en la sociedad del conocimiento actual.
Al respecto agregó que tanto en las universidades públicas como en la empresa privada, es imposible generar conocimiento si no se hace libremente. “Si no se permite la autonomía del innovador, el conocimiento simplemente no se da”.
Didriksson mencionó como uno de los retos de la educación superior, la diversificación de fuentes de financiamiento, teniendo en cuenta que el subsidio estatal es la base de la organización y que, nunca como hoy las universidades son el valor agregado más importante de cualquier país, por su producción intelectual, cultural, artística, humanística, científica y tecnológica.
Entre las prioridades actuales de la Universidad cito la definición de políticas que permitan atender el rezago de los otros niveles de la educación desde los puntos de vista de inclusión, igualdad y calidad. Asimismo, el impulso de mediaciones de participación democrática, con consejos sociales que enriquezcan el crecimiento del sistema educativo nacional y de redes de grupos sociales digitales.
Finalmente señaló que las universidades también deberían abocarse a la formación de todos los maestros y profesores del sistema educativo nacional, a la reforma sustancial en la infraestructura escolar y el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y al fortalecimiento de la educación continua, mediante la generación de ciudades educadas, donde la autonomía y la libertad para el aprendizaje no dependan de un aula o de un maestro, sino de una organización urbana.
Como contraparte nacional, el Dr. Alberto Cortés Ramos, académico y miembro del Consejo Universitario de la UCR indicó que los aportes del Dr. Axel Didriksson, llegan en un momento oportuno de cara a la negociación del FEES para los próximos cinco años y en el contexto de un debate nacional sobre lo que debería ser la educación universitaria, que ha tenido implicaciones de restricción presupuestaria y de debilitamiento del papel rector que han tenido las universidades públicas en la orientación del sistema educativo como un todo.
A su juicio, en la situación actual, no solo se debe pensar en un financiamiento de la educación pública en términos de mayor equidad en el acceso a la educación y por tanto de equidad social, sino promoviendo sociedades de la información y el conocimiento más igualitarias y democráticas. “Debemos defender un financiamiento público no condicionado y garantizado constitucionalmente y una autonomía universitaria, sustentada en el ejercicio de la libertad del pensamiento”.