Universidad de Costa Rica
En el último trimestre los y las jefes de hogar costarricenses disminuyeron drásticamente la confianza en la economía nacional, al punto que el índice en el mes de mayo bajó abruptamente de 53.4 a 39.1 por ciento, en una escala de cero a cien.
De acuerdo con los resultados de la encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión de la Escuela de Estadística, esa disminución de 14 puntos es la más grande encontrada desde setiembre del 2002 cuando empezó a realizarse el estudio.
El coordinador de la encuesta máster Johnny Madrigal Pana comentó que este resultado es un aviso importante para las autoridades nacionales en el campo de la política económica, porque “el pesimismo está enraizado entre los consumidores”.
Además el estudio revela que la confianza de los y las consumidoras disminuyó en todos los niveles socioeconómicos y educativos y en hombres y en mujeres de todas las edades.
Las razones de este comportamiento de la población, las atribuyen los especialistas en Estadística que colaboran con esta encuesta, a varios factores, entre ellos las variaciones en el tipo de cambio del dólar que afecta las importaciones, los préstamos y el precio de algunos artículos básicos.
Además la opinión podría deberse a las noticias sobre la crisis alimentaria mundial, especialmente del arroz y al informe dado por el Presidente de la República, Oscar Arias Sánchez el 1 de mayo ante la Asamblea Legislativa, en donde predecía dos años duros para la economía nacional.
La crisis del petróleo, la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos y la aprobación de las leyes complementarias relacionadas con el Tratado de Libre Comercio, fueron otras de las razones en las que podrían los costarricenses sustentar su pesimismo.
El director de la Escuela de Estadística Dr. Edgar Gutiérrez Espeleta explicó que por primera vez en el período de la Administración Arias, el Índice de Expectativas Económicas (IEE) atravesó la línea del Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) en el gráfico correspondiente. Esto significa que los costarricenses encuestados consideran que la situación actual es mejor que la que esperan para el futuro.
Esta encuesta telefónica que se realizó entre el 2 y 12 de mayo del presente año en 700 hogares en todo el país, dirigida al principal sostén económico del hogar, también refleja una actitud contenida de la población para hacer gastos discrecionales, tales como menaje de casa.
Asimismo se demuestra que los costarricenses consideraron que ha aumentado la inflación y que son malos tiempos para adquirir casa o carro.
Los resultados de esta encuesta pueden encontrarlos en la sección de Enlaces de interés, en este sitio web.