Guadalupe Pérez Rey, Lupe, como la llaman sus amigos y familiares, fue la primera mujer incorporada al Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica en 1961 y la segunda en graduarse como ingeniera civil en la Universidad de Costa Rica en 1960, por lo que recibió un homenaje como pionera en este campo.
Esta insigne costarricense de 86 años, cuyas raíces españolas no la han abandonado ni en su acento ni en su fortaleza física, recibió un caluroso homenaje por parte de la Escuela de Ingeniería Civil que incluyó la proyección de un vídeo en donde ella misma cuenta las dificultades de su peregrinar como mujer en un mundo dominado por hombres y la entrega de un obsequio.
Pérez ejerció la ingeniería civil en la Oficina de Préstamos y Compras de la Caja Costarricense de Seguro Social, donde trabajó por 39 años.
No obstante, su triunfo como primera mujer ingeniera, volvió a la Universidad de Costa Rica en 1968 cuando se abrió la Escuela de Artes Dramáticas y obtuvo la licenciatura en esa carrera. Directores como Lenín Garrido y Carlos Catania la llamaron para interpretar papeles en obras como La Segua, El cuarto oscuro y Yerma. Además, escribió 23 obras dramáticas como Pancha Carrasco y Ellas en la maquila junto a Leda Cavallini y recibió en 1988 el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría.
No contenta con este nuevo triunfo ingresó a la Maestría en Literatura de donde se egresó en 1990. Su pasión por los libros le nació a sus cuatro años cuando aprendió a leer y más adelante la alimentó en la biblioteca de su padre donde leyó aún muy joven Los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdoz.
Actualmente doña Lupe sigue siendo una mujer independiente, conduce automóvil, hace sus gestiones bancarias y compras del supermercado. En fin, como relató su sobrina la Dra. María Pérez Yglesias, Vicerrectora de Acción Social, ella “se encarga de todos los detalles de la casa y tiene tiempo para atender a sus sobrinos, sobrinos nietos y sobrinos bisnietos, porque para ella es muy importante la familia”. Destacó además su solidaridad, su talento para la cocina y las manualidades y su amor por el cine.
El director de la Escuela de Ingeniería Civil, Ing. Roberto Fernández Morales, agradeció a su colega el haber abierto la brecha con tanto esfuerzo, para que hoy un 30% de la población estudiantil en esa unidad académica sean mujeres.
Por su parte, la Ing. Pérez Rey manifestó que “si Dios me ha permitido llegar a los 86 años es para que me hagan este homenaje hoy”, y añadió que “no todo en mi vida ha sido un lecho de rosas, yo digo que a mí me quitaron 12 años de mi vida (refiriéndose a su niñez cuando no la dejaban ir a la escuela), pero tal vez ahora me los están reponiendo”.
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