El encarcelamiento en masa de la juventud urbana pobre y principalmente negra, así como las ejecuciones sumarias o extra judiciales hechas por policías, son las dos principales formas de violencia en Brasil.
La violencia se da por parte de policías en contra de personas atrapadas en flagrante delito, en contra de sospechosos por su apariencia física, y en contra de los “inocentes”, los cuales son baleados por casualidad.
Así lo afirmó Ángela Méndez en su conferencia sobre la “Criminalización de la violencia en Brasil y el papel de la opinión pública,” la cual se llevó a cabo en el marco del I Simposio Internacional Violencia y Sociedad, organizado por la Vicerrectoría de Investigación y el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica.
La experta manifestó que la situación de desigualdad en Brasil es preocupante. A pesar de que han disminuido los índices de pobreza, también ha aumentado el número de personas millonarias, lo cual amplía la brecha social y económica, y da como resultado una sociedad altamente desigual.
Mencionó que la “favelización” presenta una problemática para el país, por la gran cantidad de muestras de violencia que se desarrollan ahí. “Es un proceso mundial, pero en Brasil ya está acentuado,” afirmó Méndez. Los habitantes de las favelas se dedican a actividades ilegales o semi legales, lo que implica altas tasas de criminalidad y violencia en la zona.
Una de las formas comunes de violencia en Brasil se da por parte de la policía contra los habitantes de las favelas, a través de golpes, ofensas y torturas, esta última forma de violencia se da especialmente cuando las personas son arrestadas. La especialista afirmó que las policías militares son los principales actores de violencia en Brasil.
Otro de los grandes desafíos, según Méndez, es la permanencia del prejuicio racial, el cual se evidencia en la poca participación política de la población negra y en las diferencias de salarios, en comparación con la población blanca.
Méndez explicó que uno de los principales retos para combatir esta situación es el hecho de que la violencia es promovida por el estado e incentivada por algunos medios de comunicación, lo cual dificulta la implementación de las medidas necesarias para lograr un cambio.