Al maestro Jorge Mora Urpí, tras su partida

El Dr. Jorge Mora Urpí será sepultado hoy 31 de octubre, a la 1:30 p.m. en la Iglesia de San Pedro de Montes de Oca (foto archivo ODI).

La comunidad universitaria se encuentra de luto ante el fallecimiento del Dr. Jorge Mora Urpí, profesor emérito de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y catedrático de esta institución.

El Dr. Mora, reconocido científico nacional e internacional, dedicó gran parte de su vida a la investigación del pejibaye, cuyos resultados quedaron plasmados en numerosas publicaciones.

Mora Urpí estudió Agronomía en la UCR y obtuvo un doctorado en Genética Vegetal en la Universidad de Kansas, en Estados Unidos. Además, fue director de la Escuela de Biología durante el período 1963 y 1967 y Decano de la Facultad de Ciencias entre 1982 y 1986.

El académico era muy admirado y respetado por sus compañeros y compañeras profesoras y por el personal administrativo de la Escuela de Biología, quienes dieron un último adiós al maestro, que reproducimos a continuación:

“Nos encontramos de duelo en la Universidad de Costa Rica. Este 28 de octubre falleció, a la edad de 78 años, el Dr. Jorge Mora Urpí. Don Jorge, profesor emérito de la Escuela de Biología, fue uno de los forjadores de esta unidad académica y es considerado el Padre de la Genética en Costa Rica, sobre todo de la genética vegetal.

Considerado como el padre de la Genética en Costa Rica, Mora Urpí trabajó en la Universidad de Costa Rica durante varias décadas en docencia e investigación y ocupó varios puestos administrativos. (foto archivo ODI).

En él se combinaba un académico insigne, un gran maestro y un investigador que dedicó su vida a la UCR. Prueba de ello es que a pesar de haberse jubilado hace unos 15 años, siguió trabajando árduamente y en forma gratuita para esta institución.

Desde 1979 dirigió el Proyecto de pejibaye en Costa Rica y logró un extraordinario banco de germoplasma, que fue objeto de investigación incluso para reconocidos investigadores extranjeros.

Al momento de su muerte tenía a su cargo estudiantes tesistas y hasta los últimos días de su existencia los dedicó al estudio de los pejibayes y al asesoramiento de los productores de este importante cultivo latinoamericano. Como resultado de muchos años de su investigación sobre el pejibaye, hoy se tienen variedades de esta especie con frutos de alta calidad.

Los bosques de Costa Rica también están agradecidos con él, ya que gracias a sus trabajos se promovió la plantación y la industrialización del palmito obtenido de la planta de pejibaye, con lo que se redujo el saqueo de este producto en los bosques.

Además de trabajador, fue una persona humilde, sonriente, siempre dispuesto a ayudar y a transmitir sus sabios conocimientos. Su huella perdurará, sus discípulos continuarán su legado y el país y los pejibayes le estarán agradecidos. Los pejibayes están de luto”.