Gracias al cumplimiento del protocolo de atención que se sigue en los diferentes hospitales del país para las personas infectadas con sida, se redujo la mortalidad por esta causa del 60% en 1995 al 20% en la actualidad, razón por la cual en Costa Rica, igual que en Estados Unidos, pasó a ser una enfermedad crónica.
Ese es el principal avance a diez años de la promulgación de la Ley General sobre el VIH/SIDA, según comentaron los participantes de un foro organizado por la Escuela de Salud Pública, como parte de la Cátedra Herman Vargas Martínez.
El Dr. Ricardo Boza, Vicedecano de la Facultad de Medicina y quien es coordinador de la Clínica para atención de los pacientes con VIH SIDA del Hospital San Juan de Dios, informó que 2500 pacientes están recibiendo tratamiento antirretroviral y que un 30% son mujeres amas de casa, que ha sido contagiadas por sus maridos.
Para su criterio los grandes logros obtenidos en relación con esta enfermedad responden a la adherencia del tratamiento antirretroviral y al resultado que han dado esos medicamentos, pese a que son genéricos. En cuanto a la adherencia dijo que es un proceso dinámico, integral e interdisciplinario que se adoptó desde 1993, cuando se creó la primera clínica de atención interdisciplinaria, en la cual se ofrece atención médica, psiquiátrica, psicológica y social, y se le exige al paciente demostrar su compromiso.
Informó que la adherencia al tratamiento se mide de acuerdo con la carga viral, es decir, la cantidad del virus en sangre. Hasta la fecha se han realizado 41124 pruebas, de las cuales un 83% son pacientes del Hospital San Juan de Dios, un 75% son del Hospital México, el 54% del Calderón Guardia, un 58% del Hospital Nacional de Niños y un 54% del Hospital Monseñor Sanabria. En comparación con otros países del mundo, estos números son bastante altos, detalló el especialista.
Para el Dr. Boza algunos de los retos pendientes son el número de casos de personas infectadas con el virus del sida, que no tiende a disminuir y la aparición de la lipodistrofia, como un efecto secundario del tratamiento antirretroviral. Esta última es una alteración en la distribución de la grasa corporal que afecta a un porcentaje importante de pacientes, la cual es la causa del abandono del tratamiento porque los hace ver “como enfermos”.
La Dra. Ana Morice, Viceministra de Salud, informó que la lucha contra el SIDA no se puede definir solo como una preocupación para el ámbito de la salud pública, sino que, económicamente también tiene un gran impacto sobre el país, pues el porcentaje del monto dedicado a atender esta enfermedad se ha incrementado de un 1.4% a un 8.6% del total del gasto público. Resaltó la importancia de las acciones de prevención, ya que el impacto que se puede lograr a través de ellas es de un 80%, mientras que con las acciones de curación es de apenas un 20%.
Además presentó la incidencia del SIDA por provincia, datos con los cuales demostró que San José es la provincia más afectada con un 52,7% de los casos, seguida por Heredia, la cual cuenta con el 11,3% de los casos.
A diferencia del fenómeno que se observa en otros países, las provincias costeras como Guanacaste y Limón son las que tienen los menores porcentajes de casos. Además informó que un 8,6% de los casos de SIDA, en el país, corresponden a personas extranjeras, un dato realmente alto, ya que es superior a la cantidad de casos identificados en Cartago, Limón, Puntarenas y Guanacaste, comentó la viceministra.
Sida afecta a personas mayores
Para el Dr. Álvaro Carrascal, director médico del Instituto del SIDA del Departamento de Salud de New York y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Albany, el gran reto en Estados Unidos es prevenir la transmisión sexual del virus, porque la intravenosa se tiene controlada.
Afirmó que actualmente la preocupación se centra en la incidencia de la enfermedad en personas adultas, ya que el 60% de los nuevos casos diagnosticados, están en el grupo de edades de 30 años en adelante y durante el 2006, el 17% de los nuevos casos se dieron en personas de 50 años y más.
Para el experto este fenómeno se atribuye al incremento de divorcios y de personas viudas, a la expectativa y calidad de vida de esas personas, a la aparición de medicamentos como el Viagra, y a que las campañas de prevención contra el VIH, no han sido enfocadas a personas mayores, sino que durante años se han preocupado por llamar la atención de los públicos más jóvenes.
En Estados Unidos un millón de personas viven con VIH, y de ellos un 75% saben que están infectados. La cuarta parte de la población que no sabe que está infectada de ese virus es la responsable del 54% de las infecciones nuevas, lo cual reafirma la importancia de la identificación temprana de la enfermedad.
Informó que actualmente hay 30 antirretrovirales distintos, sin embargo hizo la aclaración de que ninguno es un tratamiento curativo, sino solo efectivo en la mejora de la calidad de vida de las personas infectadas.
Carrascal mencionó el alto costo económico que implica el tratamiento de las personas con el VIH, sobre todo porque se emplean medicamentos patentados. Comentó que las autoridades de salud se están replanteando el gasto, pues se trata de un tratamiento para toda la vida, que va en aumento con el paso del tiempo y conforme crece la prevalencia del virus. Informó que para el Gobierno Federal el costo es de $23,3 miles de millones, y esta suma no incluye los apoyos económicos de los gobiernos locales y estatales.
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