Con el fin de promover valores como la solidaridad, la criticidad y la tolerancia entre el alumnado de educación abierta de la Universidad de Costa Rica, este viernes 19 de mayo, se presentará la obra La mujer que cayó del cielo, de Víctor Hugo Rascón Banda, en el Auditorio de la Escuela de Estudios Generales, a las 6:00 p.m.
Según lo explicaron Sonia Solís y Liliana Monge, del proyecto Creando oportunidades para el desarrollo personal y profesional de la Institución, la actividad está dedicada no solo al estudiantado, sino a colaboradores y colaboradoras del programa, que surgió a mediados del 2005 por iniciativa de un grupo de universitarios ante la necesidad de continuar estudiando.
Coordinado por la Vicerrectoría de Acción Social en colaboración con la Escuela de Trabajo Social y el Instituto de Investigación en Educación (INIE), el programa inició con una matrícula de 43 mujeres y 219 hombres, funcionarias y funcionarios de UCR, que tenían la necesidad de terminar la secundaria y presentar sus exámenes de bachillerato.
Gracias al esfuerzo institucional y particular del alumnado, recientemente 104 compañeros y compañeras se inscribieron para realizar sus pruebas de inglés, estudios sociales y cívica. Paralelamente, 209 personas, de las cuales un 76% son hombres y un 24% mujeres, cursan durante 24 semanas matemáticas, español y ciencias en diferentes niveles, para presentar sus pruebas en setiembre del año en curso.
Actualmente el proyecto además de la instrucción académica, desarrolla para el estudiantado acciones complementarias que incluyen actividades artísticas, visitas a centros de interés sociocultural, foros sobre realidad nacional, talleres de técnicas de estudio y de uso de las bibliotecas, entre otros.
Asimismo, cuenta con una red de apoyo académico adicional, integrada por 34 profesores voluntarios de diversas unidades académicas, que fungen como tutores individuales de aquellos estudiantes que necesitan más apoyo para concluir con éxito sus materias; atención psicopedagógica y un programa de investigación que pretende determinar el impacto del proyecto en los ámbitos familiar, personal y laboral y fomentar buenas prácticas para el fortalecimiento de la educación de adultos en el ámbito nacional.
En criterio de Sonia Solís, coordinadora del proyecto, éste ha venido a llenar la necesidad de un grupo de personas con deseos de superación, y ha permitido a la propia UCR ser coherente con las políticas que fomenta contra la exclusión de las personas, ante uno de los derechos fundamentales como lo es la educación.
Como consecuencia, la Universidad se beneficia también con gente motivada que construye ambientes de trabajo más favorables y con mejores rendimientos.
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