Un 43% de los costarricenses se inclinan porque el país renegocie el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos en contraposición con un 27% que lo aprobaría en los términos actuales, según un sondeo telefónico de opinión realizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica.
El estudio determinó además que un 69% de las personas consultadas preferiría que la aprobación del TLC o su rechazo se definiera mediante una consulta popular o referéndum y no así en la Asamblea Legislativa (20%), lo que a criterio de la Dra. Ciska Raventós Vorst, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), indica que la ciudadanía aboga en su mayoría por formas de democracia directas para definir ciertos temas conflictivos en el país.
En términos generales la consulta realizada a 513 costarricenses de todo el país del 8 al 10 de setiembre en curso, también determinó que hay bastante insatisfacción con la información que han recibido los y las ciudadanas en relación con el TLC, sobre todo por parte del Gobierno y en particular, por la parcialidad con que han informado algunos medios de comunicación a favor del TLC.
Otro tema medular para la población, son las consecuencias positivas o negativas que tendrá este tratado sobre el de empleo. Lo anterior por cuanto mientras por un lado la propaganda exhibida en los medios crea una enorme expectativa sobre el número de empleos que se darán a partir del TLC, otros hablan sobre el riesgo que existe de perder puestos de trabajo para la producción que se dirige al mercado interno o que la creación de empleos a partir de este tipo de convenios comerciales es muy modesta, como lo asegura la CEPAL.
A juicio de la Dra. Raventós esto hace indispensable abrir un debate público profundo más allá de cualquier posición, en el que se hable sobre expectativas reales de creación de empleo o desempleo con el TLC.
Otro dato, que en opinión de los investigadores es el más significativo, es que el 86% de los costarricenses cree que con el TLC habrá ganadores y perdedores. Entre los ganadores se menciona a la clase alta y a los que tienen poder (42.1%), los empresarios y exportadores (39.6%) y a los Estados Unidos (7%). Se considera entre los perdedores a los pobres y la clase baja (34.5%), a los agricultores y campesinos (31.9%) y a los pequeños y medianos empresarios (22.6%).
Este panorama -dijo la Dra. Raventós- implica que si se aprueba o se rechaza el TLC, nuestros gobernantes deberían analizar desde ahora los dos escenarios, de tal forma que se definan oportunamente políticas de compensación y de reconversión.
Finalmente, el estudio muestra que independientemente de su posición, un 61% de los consultados tiene claro que no se le debe dar largas al asunto y que el TLC debería ser analizado en lo que le resta al gobierno del Dr. Abel Pacheco.
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