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Prevenir es el camino para conservar el agua

3 jun 2003
La falta de planificación y controles, la ausencia de un ente rector y de inversiones en cañerías y plantas de tratamiento, así como una legislación obsoleta son algunos de los problemas que enfrenta el manejo de los recursos hídricos del país.

Este fue el tema que se desarrolló en la Cátedra "Armando Arauz Aguilar" de la Escuela de Administración Pública, el 28 de mayo en el auditorio de Ciencias Económicas con la participación de tres especialista.

El Máster Max Gutiérrez, profesor de la Escuela de Administración Pública atribuyó el problema de los recursos hídricos a los cambios que han sufrido las instituciones autónomas cuando pasaron de la burocracia empresarial a la burocracia electoral.

Sugirió que se separe el papel del gobierno central de los niveles descentralizados, de manera que los planes y programas tengan continuidad y no se corten cada cuatro años. Aclaró que debe existir una gran política de estado sobre el manejo del agua y estrategias de cada gobierno.

La M.B.A Maureen Ballesteros Vargas quien funge como la Coordinadora para Centro América de la Asociación Mundial del Agua, enfatizó que el agua causa problemas económicos, de salud e incluso guerras, y que un país como Costa Rica con un recurso tan rico debe saber aprovecharlo en beneficio de su población, del turismo, de los ecosistemas y de los humedales, para su conservación.

Fue clara en que no existen políticas de planificación en relación con el agua que hay 17 instituciones que se relacionan con este recurso pero hay descoordinación, traslapes y ausencia de un ente rector que tenga autoridad, para que no reine la impunidad debido a la escasez de controles como en la actualidad. La Ley de aguas data de 1942 cuando en el país había 600 mil habitantes.

Considera que las soluciones serían aumentar la voluntad política en relación con el uso del recurso hídrico, que no genera votos porque "las cañerías están ocultas" dijo. Añadió que la educación y las reformas a las instituciones así como las prácticas financieras en favor del agua pueden solucionar el problema.

Por su parte, la hidrometeoróloga del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Claudia Solera Mora se refirió a los desastres como inundaciones y deslizamientos que causa la naturaleza ayudados por la mala planificación urbana y el cambio de vocación de las tierras .

Puso el ejemplo de la provincia de Guanacaste donde su clima es seco por naturaleza, pero que el enorme desarrollo turístico ha venido a incrementar la extracción de agua del subsuelo por medio de pozos, lo que podría causar un impacto negativo en los acuíferos.

Analizó además el efecto perverso de los desastres sobre la formación bruta de capital en una economía nacional pequeña, como es el caso de algunos países de Centroamérica cuando sucede un desastres de grandes dimensiones como un huracán .

El análisis se basa en la teoría de Cochrane de1997. Este economista estableció una relación entre los desastres naturales y el impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países no desarrollados.

La meteoróloga Solera presentó un análisis desde 1960 hasta el año 2000 en donde se observa una coincidencia entre los períodos en donde se suscitaron los huracanes, "Joan", "Cesar", "Mitch" y el Terremoto de Limón y la contracción en la economía nacional y la dificultad posterior para recuperarse antes del siguiente evento.

Su recomendación para no caer en el círculo vicioso de los desastres es prevenirlos mediante el uso adecuado del territorio, de los recursos naturales y escuchar los pronósticos.
 
Elizabeth Rojas Arias
Periodista Oficina de Divulgación e Información
elizabebocpth.rojas  @ucrilrb.ac.cr

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