La Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica se prepara para el futuro con la construcción de un nuevo edificio de tres pisos que permitirá ofrecer mejores condiciones de estudio y trabajo para sus colaboradores y miles de estudiantes que cada semestre matriculan los cursos de idiomas.
Actualmente esta unidad académica es una de las que recibe mayor cantidad de estudiantes; con un padrón de 1.298 estudiantes de inglés y 391 de francés y casi 4.000 estudiantes de 42 carreras que reciben cursos de idioma para complementar su formación académica.
“La Escuela de Lenguas Modernas está creciendo a un ritmo exponencial, hay una demanda enorme de cursos de lengua a nivel de carreras de inglés y francés” explicó el director Dr. Francisco Guevara Quiel, quien señaló la importancia de dar respuesta a estas demandas y a las necesidades de infraestructura que arrastra la escuela desde hace más de 18 años.
La nueva edificación permitirá principalmente aliviar el hacinamiento que sufren actualmente administrativos y docentes, así como ofrecer nuevos espacios para el aprendizaje y el esparcimiento de la población estudiantil. Su diseño además contempla medidas para conservar los espacios verdes y ampliar espacios de reunión para el disfrute de los y las estudiantes de la Facultad de Letras.
Con un cuerpo docente de 118 personas, 21 funcionarios administrativos y más de 5.000 estudiantes los requerimientos de mayor espacio físico han sido una constante en la Escuela de Lenguas Modernas, ya que año a año aumenta la solicitud de cursos desde otras unidades académicas. Actualmente se abren 120 grupos al año de idiomas para otras carreras.
Esta limitación ha sido señalada en repetidas ocasiones en los procesos de acreditación y re acreditación de sus propias carreras como una debilidad. Además, desde el año 2010 autoridades de esta unidad académica han manifestado su preocupación por la falta de espacio para desarrollar sus actividades.
Según detalló el Dr. Francisco Guevara, el nuevo edificio reducirá el problema de hacinamiento de docentes pues tendrá cubículos que albergarán 36 profesores y profesoras. Destacó que ésta es una mejora importante pues actualmente las oficinas son compartidas por hasta diez docentes, lo que dificulta mucho la atención personalizada que requieren las y los estudiantes.
El edificio tendrá en el primer piso un aula, dos laboratorios de idiomas necesarios para trabajar las destrezas de escucha y la producción oral en los cursos y una terraza bajo techo. En el segundo piso se ubicarán los cubículos para docentes y un laboratorio de idiomas y el tercer piso albergará las oficinas administrativas, la dirección de la escuela y más cubículos para docentes. El proyecto incluye un elevador que comunicará el nuevo edificio con el ala norte de la Facultad de Letras.
La construcción se realizará en el terreno de 650 m² junto al ala norte del edificio de la Facultad de Letras. Tendrá un área total de 600 m² y una huella constructiva de 200m² que permitirá mantener más de dos terceras partes del terreno como área verde.
Según detalló el director Guevara, el proyecto se ajustó para reducir en lo posible la huella constructiva y mantener una amplia área verde y una terraza abierta como espacios de encuentro. “Nosotros no nos vamos apropiar de la totalidad de la superficie que es de 600 m² aproximadamente sino que vamos a ocupar sólo 200 m²” aclaró.
El arquitecto encargado del proyecto Esteban Camacho, de la Oficina Ejecutora del Plan de Inversiones (OEPI), detalló que una de las razones para elegir esta ubicación es que se podrá vincular el edificio principal con el nuevo mediante los pasillos existentes y un ascensor que dotará de accesibilidad a ambos edificios sin afectar aulas, oficinas u otros espacios en uso.
El Arq. Camacho explicó que para definir la ubicación de la obra se evaluaron dos espacios de la Facultad: el área de parqueos y el área verde. En ambos se aplicó un análisis multicriterio tomando en cuenta costos, vinculo entre edificios, presencia de árboles, tendidos de electricidad y de fibra óptica, impacto en las actividades y espacios en uso.
En el proyecto se toman las previsiones para minimizar el impacto ambiental mediante el uso de materiales livianos, lo que permite que se reduzca el impacto de las excavaciones y la ubicación del edificio de tal manera que permita conservar la mayor cantidad de árboles que allí se encuentran.
“La geometría del proyecto lo que buscó también fue tratar de conservar todos los árboles posibles y sobre todo se tomó especial cuidado con no comprometer el árbol grande que está allí” dijo el arquitecto en referencia al árbol de la especie “Lorito” Cojoba arbórea que sirve de alimento para mamíferos.
Junto a estas medidas, la Vicerectoría de Administración ha girado instrucciones para intervenir el patio central de la Facultad de Letras con el propósito de solventar los problemas de accesibilidad que presenta, remozar el lugar con más cobertura verde y reactivar este espacio para mayor aprovechamiento de los estudiantes. Este proyecto estará a cargo de la Unidad de Diseño de la Oficina de Servicios Generales (OSG).
Ubicación: área verde junto a ala norte del edificio de la Facultad de Letras Terreno: 650 m² aprox. Área total: 600 m² Huella constructiva: 200m² Pisos: 3 Árboles adultos que se removerán: 2 Espacios de parqueos por construir: 0 Costo del proyecto: ¢560.000.000 aprox. Financiamiento: Fondos corrientes UCR Inicio de obras: enero 2018 |
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