Investigadores de la Universidad de Costa Rica han dado un nuevo paso en el desarrollo de la papaya hibrída Pococí, conocida como “papaya perfecta”, una variedad producida por la UCR y el INTA, que en la última década ha revolucionado el sector productivo nacional.
En el Laboratorio de Biotecnología de Plantas del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), los científicos desarrollaron un protocolo de clonación (micropropagación) que permitirá a los productores adquirir sólo plantas hermafroditas y así ahorrar tiempo, dinero y aumentar su productividad.
“¡Imagínese lo que es para un productor de papaya saber que ya el almácigo que él compra es 100% plantas hermafroditas!, algo que para él hace un par de años era un sueño ahora dejó de ser una utopía”, expresó con entusiasmo el Dr. Arturo Brenes, investigador y coordinador del Laboratorio de Biotecnología de Plantas.
Esta es una buena noticia para los productores, pues en lugar de comprar la semilla híbrida, que puede dar plantas hembra o hemafrodita, podrán adquirir directamente la planta que ellos requieren para producir la papaya de mejor calidad. Las plantas hermafroditas producen papayas con mejor forma, más carnosas y con menos cavidad interna, ideales para el mercado de exportación.
Normalmente cuando el agricultor compra el almácigo que viene de semilla no sabe de qué sexo son las plantas que está sembrando. Para obtener un buen rendimiento debe colocar 4 plantas por cada punto de siembra, fertilizarlas y cuidarlas por igual durante tres meses hasta que floreen y así pueda saber cuál sexo tienen. Este proceso implica pérdidas económicas ya que al final sólo se necesita dejar una planta en cada punto de siembra, en caso de que al menos una resulte hermafrodita.
Otra opción que tienen para determinar si la planta es femenina o hemafrodita es aplicar pruebas de sexado a nivel molecular. Sin embargo, esta técnica que se viene desarrollando desde el 2002 en el país, sigue siendo cara para el agricultor porque se deben analizar todas las plantas del almácigo y cada análisis tiene un costo aproximado de US $2, explicó Brenes, por lo que clonar las plantas hermafroditas se considera una mejor opción.
Otra ventaja de las plantas clonadas in vitro es que presentan mejores características en el campo pues son más vigorosas, el tronco es más grueso y comienzan a producir antes, manteniendo las características originales de la papaya, según detalló el Dr. Brenes.
El investigador informó que el camino para llevar esta innovación hasta los productores está bastante avanzado. Ellos invirtieron más de tres años para lograr estandarizar el protocolo de clonación de las plantas hermafroditas y se han realizado varios ensayos en el campo evaluando el material clonado in vitro.
El siguiente paso es licenciar el protocolo y transferirlo a una empresa privada para que escale la producción y se encargue de abastecer el mercado nacional. Según explicó la Dra. Marianela Cortés Muñoz, directora de PROINNOVA UCR, en ese caso la Universidad de Costa Rica hace un contrato con la empresa para que ellos produzcan las plantas utilizando el protocolo desarrollado por los investigadores de la UCR.
Cortés detalló que para obtener la licencia la empresa requiere capacidad técnica y de infraestructura para manejar el protocolo de manera correcta y cumplir con las expectativas de producción del mercado. Cada año se necesitan dos millones y medio de plantas para abastecer a los productores nacionales.
El híbrido de papaya Pococí, es una variedad desarrollada entre la Estación Experimental Agrícola Fabio Braudrit Moreno (EEAFBM) de la UCR y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) que transformó al sector papayero costarricense.
Los investigadores Erick Mora (EEAFBM) y Antonio Bogantes (INTA) fueron los responsables de mejorar esta variedad que produce sólo hembras y hermafroditas, cuya fruta cuenta con mejor sabor, características agronómicas mejoradas y un potencial de exportación comprobado.
Dicha variedad es la primera papaya costarricense que se ha podido exportar, generando ganancias para el país desde el año 2005. Desde entonces y hasta el 2016 se han obtenido divisas por la exportación que alcanzan los 29 millones de dólares.
Actualmente la reproducción de esta variedad se realiza por semillas, las cuales son producidas en la Estación Experimental Fabio Baudrit y la Estación experimental los Diamantes del INTA en Pococí. Anualmente se venden más de 700 kilos de semilla para abastecer a alrededor de 250 productores que cultivan más 700 hectáreas de papaya Pococí en el país.
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