Con miras a propiciar una mayor equidad en el acceso a la educación superior y a la vez favorecer la permanencia de sus estudiantes en la Institución hasta que culminen sus metas académicas, la Universidad de Costa Rica (UCR) viene desarrollando una serie de acciones que benefician a un nutrido grupo de jóvenes.
Entre estas acciones está la implementación de la “Admisión diferida para promover la equidad”, así como la iniciativa “Habilidades para la vida, comunicativas, de razonamiento cuantitativo y toma de decisiones” conocido como +equidad, el proyecto “Tutorías estudiantiles en pueblos indígenas”, diversos esquemas de acompañamiento para la permanencia en las aulas, y el fortalecimiento de los beneficios del Sistema de Becas y Atención Socioeconómica.
La admisión diferida responde a un interés institucional de mejorar la equidad y de hacer coherentes los esfuerzos universitarios en el proceso de admisión, y se nutre de un intenso análisis de la realidad por parte de un equipo de trabajo multidisciplinar. Además constituye un esfuerzo institucional clave en el quehacer de la UCR de los últimos años, al introducir un cambio sustancial en el proceso de admisión: se crean nuevos cupos en todas las carreras en las diferentes sedes y recintos para ofrecerlos en una nueva fase de concurso, en la que participan únicamente estudiantes que provienen de centros educativos subrepresentados en la admisión ordinaria, y se determinan nuevos puntajes de admisión.
Esto ha venido a favorecer a la población estudiantil de centros educativos, incluidas muchas instituciones de zonas rurales, fronterizas, costeras y de centros urbanos, de diverso tamaño y modalidad.
Tras algunos ajustes realizados por las vicerrectorías de Docencia y Vida Estudiantil, en el 2016 el sistema seleccionó centros educativos que están representados en un 15% o menos de estudiantes admitidos, con respecto a los que hicieron la Prueba de Aptitud Académica, sin ningún requisito adicional, mejorando el tiempo del proceso y comunicándolo oportunamente a las y los jóvenes beneficiados, para que se incorporen con total normalidad como estudiantes regulares en el primer semestre.
Siempre con miras a la equidad, para que un número mayor de estudiantes se den la oportunidad de realizar la Prueba de Aptitud Académica, se ha reforzado el número de sedes de aplicación de la misma, se han aumentado las exoneraciones para que jóvenes de bajos recursos puedan realizarla, y se han informatizado los procesos para que, desde un celular o de un café Internet, puedan realizar trámites desde zonas alejadas y no deban incurrir en gastos de transporte, alimentación y hospedaje.
También para favorecer las posibilidades de movilidad social, surgió el plan piloto +equidad, que procura dotar a estudiantes de secundaria de destrezas y capacidades para la vida, mejorar su interés por la permanencia en el sistema educativo, ponderar su esfuerzo hacia su proyecto educativo como una parte esencial y motivarlos a tomar decisiones que les procuren una mejor vida a ellos y sus familias.
Paralelamente, desde la Vicerrectoría de Acción Social, se vienen llevando a cabo tutorías estudiantiles en las comunidades indígenas de Fila Carbón II, Cabagra, Boruca, Salitre, Casona, Alto de Chirripó, Rey Curré, Sepecue, Amubri y Coroma, con miras a favorecer que este grupo poblacional que está menos representado en la UCR, aumente sus posibilidades de aprobación y de cursar estudios universitarios.
Para que las y los estudiantes logren permanecer en las aulas y culminen sus estudios, la UCR también ha reforzado las estrategias de acompañamiento a la población estudiantil, con la intervención de la Oficina de Orientación, los Centros de Asesoría Estudiantil, el Centro de Asesoría a Estudiantes con Discapacidad y las coordinaciones de Vida Estudiantil de las diferentes sedes y recintos, lo cual se complementa con una serie de iniciativas que surgen en diversas unidades académicas y de la Vicerrectoría de Docencia para favorecer una mayor aprobación de los cursos y disminuir la repitencia.
También se ha ampliado sensiblemente la inversión presupuestaria sobre todo en el fortalecimiento del sistema de becas y la ampliación de la cobertura de algunos beneficios, como el ajuste de los montos para transporte con respecto a las tarifas reales de la ARESEP, el aumento de los montos para reubicación geográfica, y la remodelación y construcción de nuevas residencias estudiantiles, entre otros.
Para las autoridades universitarias la conjunción de esta serie de acciones es valiosa en la medida en que la posibilidad de avance de un estudiante en el sistema educativo está asociada a una dinámica muy compleja en la que intervienen factores que van desde las características del núcleo familiar, su nivel socioeconómico, el nivel educativo de los padres y la propia motivación del estudiante, hasta el centro educativo, las facilidades, las actividades y la capacitación de sus docentes.
El Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR, declaró al respecto que “el objetivo principal es democratizar el acceso a la educación, pues se trata de la herramienta más eficaz para asegurar un buen futuro a las y los jóvenes del país”.
Por eso parte de la labor de la UCR pasa por la motivación, el compromiso y la visualización, por parte de los jóvenes, de su proyecto educativo como algo realmente relevante para sus vidas, con el fin de lograr entonces una mayor dedicación a los estudios y una mayor aprobación de bachillerato, como pasos previos indispensables para abrirse posibilidades de acceso a la educación superior universitaria.
En criterio de la M.Sc. Ruth de la Asunción Romero, vicerrectora de Vida Estudiantil, para la Universidad de Costa Rica la articulación de estos esfuerzos es parte de la responsabilidad que le compete para con la sociedad costarricense. “El impacto de estas acciones lo vemos no solo con el ingreso de jóvenes que de otra forma no habrían accedido a la educación superior, su titulación y una mejora en su condición socioeconómica, sino desde la valoración de las posibilidades de ingreso a una formación universitaria por parte de sus pares y de quienes vienen detrás de ellos en sus propios centros educativos”.
En opinión del Dr. Bernal Herrera Montero, vicerrector de Docencia, estas iniciativas de la UCR vienen a generar “círculos virtuosos” que quiebran los “círculos viciosos” de la marginalidad, que aunque en la mayoría de los casos es socioeconómica, puede ser cultural o de otra índole. “El efecto que esto tiene en una comunidad, en un barrio, en una familia, no solo en la persona que ingresa a la Universidad, sino en ese pequeño mundo que hay a su alrededor, es muy fuerte -aunque sea imposible de medir cuantitativamente- y viene a complementar esfuerzos nacionales muy grandes como el Programa Avancemos, por ejemplo”.© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: noviembre, 2024