Gustavo Fonseca Naranjo (izq.), estudiante de tercer año de la carrera de Ingeniería Mecánica de la UCR, y Gerardo Mora Arjona, costarricense quien estudia Ingeniería Aeroespacial en el Instituto Tecnológico de Georgia, EEUU, se unieron al Grupo de Ingeniería Aeroespacial UCR para ensamblar y lanzar un cohete (foto Anel Kenjekeeva).
El Laboratorio de Cómputo de la Sede de Guanacaste de la UCR fue uno de los espacios elegidos por los organizadores del Campamento Aeroespacial para impartir las charlas (foto Anel Kenjekeeva).
Uno de los expertos invitados fue Andrés Mora, costarricense quien trabaja en la Universidad Estatal de Arizona, EEUU, y cuenta con una maestría y doctorado en robótica espacial; Mora trabajó en el Laboratorio de Propulsión del Centro Espacial Johnson de la NASA, allí colaboró con el astronauta Franklin Chang Díaz en el desarrollo del motor de plasma (foto Anel Kenjekeeva).
El gimnasio deportivo de la Sede de Guanacaste fue el lugar escogido para acomodar las mesas de trabajo de los equipos participantes en el Campamento, cuyos integrantes tuvieron espacio suficiente para desarrollar sus proyectos (foto Anel Kenjekeeva).
Chuang Jie Wang Kong, estudiante de undécimo año del Colegio Monterrey, realiza algunas consultas a Moacir Fonseca Becker, quien cursa la carrera de Ingeniería Mecánica en la UCR y formó parte del staff de la organización del Campamento (foto Anel Kenjekeeva).
Una familia de monos se acercaron con curiosidad y tomaron uno de los árboles que rodean al gimnasio deportivo de la Sede de Guanacaste, uno en particular sirvió por varias horas como testigo cercano sobre cómo evolucionó el trabajo de las y los participantes (foto Anel Kenjekeeva).
Becky y Jim Green acompañaron a las y los jóvenes durante todo el campamento para guiarlos en el desarrollo de sus proyectos de cohetería; ambos son representantes del concurso internacional de cohetes ARLISS, el cual se organiza cada año en Estados Unidos (foto Anel Kenjekeeva).
Los organizadores del I Campamento Aeroespacial de la UCR dividieron en seis equipos a los 51 estudiantes de colegio y universidades quienes se inscribieron para formar parte de este evento (foto Anel Kenjekeeva).
Cada uno de los seis equipos contaron con los mismos materiales para la elaboración del cohete: cartón, pegamentos como “goma loca” y Poxipol, anillos de plástico, tornillos, un motor, combustible y un paracaídas (foto Anel Kenjekeeva).
El combustible usado en los cohetes se denomina “Candy fuel”, que es una mezcla de nitrato de potasio y azúcar; también disponían de otra fórmula más potente pero difícil de hacer, la cual se basaba en perclorato de amonio (foto Anel Kenjekeeva).
El Grupo de Ingeniería Aeroespacial (GIA) de la Escuela de Ingeniería de la UCR, organizador del Campamento, tuvo como muestra algunos cohetes hechos con materiales más resistentes que el cartón, como la fibra de vidrio, por lo que pueden elevarse aún más en el cielo (foto Anel Kenjekeeva).
La ingeniera y oceanógrafa costarricense Melania Guerra Carrillo (centro, blusa negra) fue invitada por el GIA para ofrecer una charla sobre investigación, ciencia y motivación a las y los integrantes de los seis equipos (foto Anel Kenjekeeva).
La ingeniera costarricense Sandra Cauffman (derecha, blusa azul), quien es la subdirectora del proyecto MAVEN de la NASA que envió una misión de exploración al planeta Marte, apoyó a las y los muchachos durante el proceso de ensamblaje de los cohetes (foto Anel Kenjekeeva).
El profesor pensionado de la Escuela de Física de la UCR, José Alberto Villalobos Morales, dirigió la observación astronómica nocturna del martes 21 de julio, en la que el Planetario de la UCR facilitó un telescopio con el que se pudo observar a Saturno (foto Anel Kenjekeeva).
La mañana del miércoles 22 de julio en Liberia se mantuvo calurosa, pero eso no impidió que la etapa final del Campamento, que incluía el lanzamiento de los cohetes en la cancha de futbol de la Sede de Guanacaste, tuviera un público bastante alegre y participativo (foto Anel Kenjekeeva).
Un equipo periodístico del informativo Desde la U del Canal UCR cubrió todos los sucesos del Campamento durante los tres días de acción; acá entrevistan a niños del Centro Infantil Laboratorio y también entrevistaron a jóvenes del Instituto de Guanacaste (foto Anel Kenjekeeva).
Con el cohete terminado y la conexión de ignición hecha, el trabajo realizado durante tres días por las y los jóvenes participantes quedó listo para ser probado (foto Anel Kenjekeeva).
El grupo del GIA que participó en el Campamento preparó este cohete, del tipo S4, que es un poco más grande que los ensamblados por el resto de los grupos y que llegó a alcanzar una altura de 458 metros (foto Anel Kenjekeeva).
Estos son los dispositivos con los que se controló el encendido y lanzamiento de los cohetes; personal especializado del GIA fue el encargado de manipularlo y al final todo el proceso fue un éxito (foto Anel Kenjekeeva).
Una de las partes más importantes del proceso de ensamblaje del cohete es el paracaídas, pues se trata del freno que hará que el cohete aterrice si sufrir mayores daños; la fuerza de eyección debe ser la idónea y que el material aguante la fricción con el aire (foto Anel Kenjekeeva).
El equipo Killari, que significa Luz de Luna en lengua Quechua, fue el primero en lanzar el cohete que habían ensamblado durante el transcurso del día martes 21 de julio y que logró alcanzar una altura de 132 metros (foto Anel Kenjekeeva).
El cohete Viatory IX fue producido por el equipo bautizado como Misión Aeroespacial Guanacasteca (MAG), gracias a su arduo trabajo el cohete alcanzó una altitud de 132 metros (foto Anel Kenjekeeva).
El equipo Békt Batzú, que significa Rápido Colibrí en Bribrí, nombró a su cohete como Hello Universe y al final logró subir a 133 metros de altura (foto Anel Kenjekeeva).
El equipo Somniatis o Sueño en Latín denominó a su cohete como Aurora, el mismo que logró llegar a una altura de 139 metros (foto Anel Kenjekeeva).
Los seis equipos participantes fueron organizados con integrantes provenientes de diferente centros de estudios, para hacer que la experiencia de intercambio de conocimiento fuese más enriquecedora, como el equipo Sirio XVI, que tuvo por ejemplo a estudiantes de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR y del Colegio San Jorge, ubicado en Guadalupe (foto Anel Kenjekeeva).
Estos ocho jóvenes integrantes del equipo Misión Jacobiana desarrollaron el cohete denominado Alpha Rocket I, que llegó a alcanzar una altura máxima de 168 metros (foto Anel Kenjekeeva).
El Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR (al centro), acompañó a las y los jóvenes y aprovechó para comentar que esta actividad es una experiencia sin igual que sirve para conocer los avances científicos, pero también para dar espacio a la interacción; agregó además que esta institución trabaja en mantenerse siempre a la vanguardia dentro del conocimiento tecnológico para así ponerlo a disposición de toda la sociedad (foto Anel Kenjekeeva).
La Sede de Guanacaste ubicada en la ciudad de Liberia agrupa también al Recinto de Santa Cruz, y juntas albergan a casi 2000 estudiantes quienes cursan carreras como Agronomía, Administración Aduanera y Comercio Exterior, Educación, Derecho, Dirección de Negocios, Informática Empresarial, Inglés, Ingeniería Eléctrica, Psicología y Turismo Ecológico (foto Anel Kenjekeeva).