Una gran fiesta vivió la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR) durante el acto especial de graduación en el que entregaron sus títulos como profesionales a 180 graduandos, entre ellos los primeros 12 maestros indígenas formados con énfasis en lengua y cultura cabécar y 10 nuevos profesionales en el campo de la Informática Educativa.
La formación de ambos grupos de estudiantes es el resultado de un trabajo y esfuerzo interinstitucional, gracias a dos convenios suscritos por la Universidad de Costa Rica (UCR) con la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y el financiamiento del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
En el acto de graduación realizado este 28 de abril, además recibieron su título nuevos profesionales de Ingeniería Agronómica con diferentes énfasis, Contaduría Pública, Educación Física, Enseñanza del Inglés, Informática Empresarial, Enseñanza de la Música, Economía Agrícola, Enseñanza de la Matemática y Enseñanza de Estudios Sociales.
Del total de graduados, 92 fueron estudiantes del Recinto de Turrialba, 53 del Recinto de Paraíso y 35 del Recinto de Guápiles.
Los 12 maestros graduados en el programa de Diplomado en Lengua y Cultura Cabécar para I y II ciclo de la Educación y en el Bachillerato en Ciencias de la Educación en I y II ciclos, con énfasis en Lengua y Cultura Cabécar, se incorporarán a trabajar en los centros educativos de sus comunidades, como docentes bilingües: en cabécar y en español.
Se trata de 10 hombres y dos mujeres procedentes de las comunidades indígenas de Chirripó, Ujarrás de Buenos Aires, Puntarenas y del Valle de la Estrella, que brindarán una importante contribución al desarrollo y el progreso de sus comunidades y del país. Los nuevos maestros especialistas en lengua y cultura cabécar son: Greivin Delgado Zúñiga, Deiner Fernández Mora, Amelia Figueroa Zúñiga, Jairo Maroto Jiménez, Elberth Martínez Iglesias, Keivin Morales Morales, Javier Ríos Villanueva, Marvin Ríos Villanueva, Maikol Salazar Céspedes, Reinaldo Segura García, Gerardo Villanueva Zúñiga y Marta Zúñiga Obando.
Esta carrera interinstitucional se comenzó a impartir en la Sede del Atlántico a partir del 2009, luego de un proceso de reflexión realizado por las universidades estatales, con el objetivo de ampliar oportunidades de participación para la población indígena costarricense en la educación superior pública. Se impartió en forma bimodal, es decir con cursos presenciales y a distancia.
La Mag. Hannia Watson Soto, coordinadora de la carrera, reconoció que durante el proceso de diseño, ejecución y de conclusión de ese proyecto académico hubo un compromiso y una participación de las tres universidades por igual y que gracias a esa unión de esfuerzos se apoyaron a estos alumnos en sus necesidades de transporte, alojamiento, alimentación y materiales.
Informó que en la comisión de enlace que llevó adelante esta iniciativa participaron también la Dra. Jenny Seas Tencio, representante de la UNED y la Mag. Yadira Cerdas de la UNA.
Según informaron los nuevos docentes cumplieron con 126 créditos que les impone el programa de Bachillerato y con las 300 horas de Trabajo Comunal Universitario (TCU). El programa consta de nueve ciclos lectivos, que incluye las materias necesarias para formar un educador de primaria y otras que le dan el énfasis en lo que es la lengua y la cultura cabécar.
El Dr. Alex Murillo Fernández, director de la Sede del Atlántico de la UCR, se manifestó complacido de la graduación de todos los estudiantes “porque estamos seguros que los hemos formado rigurosamente, con los más altos estándares de calidad y que están capacitados para ejercer su profesión en cualquier ámbito de la vida nacional”. Dijo que la meta principal es formar profesionales que contribuyan con el desarrollo de la región, por eso “nos hemos preocupado por impulsar carreras para un mercado laboral exigente y cambiante”.
En relación con el grupo de maestros dijo que es un primer paso en la aspiración universitaria de construir un país multicultural y plurilingüe, respetuoso, justo, democrático y con participación plena de esas comunidades”. Resaltó que se trata de un título refrendado por las tres universidades públicas formadoras de formadores. “Esto los pone en una posición privilegiada, pero también de gran compromiso por marcar la diferencia en la acción educativa de sus comunidades y liderar el cambio cualitativo en pos de una mejor educación intercultural bilingüe en nuestro país”.
En cuanto a los graduados de Informática Educativa, el director informó que en el año 2013 se graduaron los dos primeros estudiantes de esa carrera que originalmente la impartía la UNA y ahora son diez los graduados en esa sede regional.
La Magíster Saray Córdoba González, integrante del Consejo Universitario, en su alocución dirigida a los nuevos profesionales expresó que el proceso formativo que recibieron los hace personas capacitadas y autorizadas para dar su aporte a las comunidades, “un aporte con el distintivo de la Universidad de Costa Rica, que se diferencia sustancialmente de cualquier otra casa de educación superior”.
Además les hizo un llamado a efectuar una interpretación cuidadosa del contexto, en la que analicen y cuestionen propuestas. “Es su responsabilidad participar en el debate nacional aportando soluciones basadas en el conocimiento y en la innovación; soluciones que han de ser humanistas, solidarias y claramente orientadas a la obtención del bienestar general de la población”, manifestó.
Córdoba en su exposición les recordó que el trabajo que ejecuta la Universidad de Costa Rica es el resultado de la inversión social del Estado costarricense y que sus graduados “deben contribuir a su fortalecimiento mediante un proceso laboral que genere aprendizajes, enseñanzas y cambios significativos cuyo núcleo lo constituya siempre el ser humano”.
Por su parte, el Dr. Carlos Araya Leandro, vicerrector de Administración, en representación del rector Henning Jensen Pennington, indicó que uno de los retos que hay que enfrentar es el de aumentar la equidad y el acceso, para avanzar en la democracia de las oportunidades propias de la enseñanza superior, razón por la cual considera que “nos corresponde explorar nuevas formas de vínculo entre la Universidad y la sociedad”.
A los nuevos profesionales los exhortó a convertir su vida en un proceso de aprendizaje permanente, a desarrollar reflexión informada y crítica, a utilizar las herramientas necesarias para imaginar y construir una democracia más inclusiva, vital, equitativa y solidaria También los instó a asumir una actitud propositiva ante la transformación del proyecto país. “Queremos una universidad más flexible, capaz de diversificar sus estrategias docentes, sus métodos de enseñanza aprendizaje, con una oferta académica cada vez más diversa, pertinente y de calidad”. afirmó.
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