El Clodomiro Picado presenta su plan estratégico
La ampliación o exploración de nuevos mercados para los sueros antiofídicos o antivenenos que fabrica, el desarrollo de nuevas formulaciones que neutralicen los venenos de serpientes corales y cascabeles de América del Sur y la producción de una vacuna antiofídica de uso veterinario para Costa Rica, son algunos de los proyectos que se propone desarrollar en el campo industrial en los próximos cinco años el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR):
Estas propuestas forman parte del Plan Estratégico Quinquenal 2013-2017, presentado por su director, Dr. Alberto Alape Girón,este lunes 11 de febrero, en sus instalaciones en Dulce Nombre de Coronado, con la participación del rector Dr. Hennning Jensen Pennington, miembros del Consejo Universitario y directores de varias dependencias universitarias.
Según lo explicó el Dr. Alape esta es la segunda vez que hacen un plan estratégico que guíe su labor, con el objetivo de contribuir a la solución del problema de los envenenamientos por animales ponzoñosos en Costa Rica y otros países, así como de aportar al desarrollo científico-tecnológico nacional, mediante un esfuerzo de equipo. En el 2012 concluyeron con grandes resultados lo propuesto en el Plan Estratégico 2008 - 2012.
Para el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, subdirector e investigador del ICP, buena parte de los resultados obtenidos hasta ahora se dan por varias razones, entre ellas el equilibrio que han mantenido en la investigación básica y la aplicada, en la consolidación del equipo de trabajo, en un esfuerzo sostenido por garantizar la calidad y la excelencia en lo que hacen y por su participación en redes de alianzas internacionales que abren oportunidades de estudio y de desarrollo de proyectos.
Para su criterio otros aspectos que incide en su éxito y que les permite fortalecer un liderazgo regional son: el desarrollo organizacional logrado, la sostenibilidad económica que les genera la venta de los antivenenos que producen y una filosofía de innovación y de triple rentabilidad: académica, económica y social y el mantener muy clara su visión y su misión con el paso de los años.
Las nuevas metas
En el nuevo plan, específicamente en la parte industrial, indican la posibilidad de desarrollar formulaciones para producir hemoderivados de sangre humana, negociar licenciamientos por el uso de la patente en otros países y eventualmente producir estos medicamentos para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a partir del plasma que actualmente desechan los bancos de sangre.
Según lo explicó el Dr. Alape la institución aseguradora invirtió en el 2011 aproximadamente $10,8 millones en la importación de derivados de plasma humano, mientras que en el país se descarta la materia prima para producirlos y el ICP tiene la posibilidad técnica para hacerlo.
Asimismo se proponen completar estudios de factibilidad y mercado para evaluar la posibilidad de producir albúmina equina y un sustituto de calostro bovino, un suero antiabeja y una vacuna contra el sarcoide equino, entre otros.
Actualmente el ICP produce un suero antiofídico polivalente, otro anticoral, uno más denominado Equitab Plus (serpientes de la familia Vieperidae de África), el Antitaipán (para Papua Nueva Guinea) y dos productos de uso veterinario: el Polivet (antiveneno polivalente) y el AntiTet-ICP (antitoxina tetánica)
En su nueva propuesta incluyen el desarrollo de un suero antiofídico poliespecifico para Sri Lanka, con un lote piloto para que hagan los estudios clínicos allá y luego generar la transferencia de tecnología para que en ese país asuman la producción del antiveneno.
Al explicar la contribución internacional que ha venido desarrollando el ICP en los últimos años, el Dr. Alape comentó que existe una crisis mundial en la producción de antivenenos y que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2010 lanzó un llamado a los países productores de antivenenos para tratar de solventar el problema que viven muchas naciones pobres que no tienen acceso a ellos, razón por la cual se le llama a los accidentes por mordeduras de serpientes “una patología desatendida”.
En su labor de acción social pretenden ampliar su programa para la capacitación del personal necesario en zonas con alta incidencia de envenenamientos, entre ellos médicos, paramédicos, enfermeras, bomberos, cruzrojistas, guardias rurales, guardaparques, comunidades y grupos indígenas.
En materia de investigación se proponen incursionar en tres nuevos campos científicos: formulaciones de proteínas terapéuticas,toxinas producidas por bacterias del género Clostridium y mecanismos de muerte de células tumorales. Esas nuevas líneas se unirán a lo que hacen en bioquímica y biología molecular de toxinas de venenos, efectos patológicos y fisiopatológicos de toxinas de venenos, biología e historia natural de animales ponzoñosos; salud pública, clínica y epidemiología de envenenamientos por animales ponzoñosos; antivenenos, antitoxinas e inhibidores de toxinas.
Además quieren reforzar su capacidad para utilizar herramientas de biología molecular, de bioinformática y los sistemas de información geográfica, con capacitación al personal y adquisición de equipo adecuado.
Las innovaciones llegarán también al ámbito docente, con la introducción de modelos de aprendizaje en los cursos que imparten los investigadores del ICP y plantean establecer un fondo concursable de becas para estudiantes de posgrado.
Otros aspectos que también toman en cuenta en sus metas son: la actualización de la infraestructura informática, el trabajo en imagen corporativa, actualizar el reglamento interno, la certificación del sistema de control de calidad y el sistema de gestión ambiental y la implementación de un sistema de gestión de seguridad y salud ocupacional, entre otros.
Taller para distribuidores
Con la idea de estrechar relaciones con los distribuidores en América Latina de los sueros antiofídicos que fabrica, el ICP desarrolló el 11 y 12 de febrero, un taller con la participación de Nancy Salazar, de Ecuador; Edgar Aguilar, de Honduras, Blas Humberto D´Anello, de Panamá; Adolfo Villalobos de Nicaragua y Colombia, Patricia de Jarquín, de Guatemala y Guisella Fabián, de El Salvador.
Según dijo el Dr. Alape el taller se planteó con el fin de “establecer nuevas acciones que nos permitan mejorar la coordinación en el proceso de distribución de los productos manufacturados, con el objetivo de ofrecer un mejor servicio a los pacientes que los utilizan”.
Como parte del taller se dedicaron a compartir experiencias en el proceso de distribución y sobre las diferentes estrategias a las que recurren, así como las necesidades que en esta materia existen en cada país y recibieron capacitación en cuanto al proceso de fabricación y la calidad del producto, etc.
El rector Henning Jensen Pennington destacó la labor que el ICP viene desarrollando como un ejemplo de excelencia académica y articulación entre la docencia, la investigación científica y tecnológica, actividades de acción social y el vínculo con el sector externo nacional e internacional.
Reconoció el compromiso social que tienen, la perspectiva científica y social desde la cual guían su accionar y la sinergia desarrollada a través de redes académicas de colaboración, con universidades, ministerios de salud de varios países y organismos no gubernamentales. “Es una labor de más de cuatro décadas en las cuales no se han detenido en sus acciones para aportar a la solución del problemas del accidente ofídico”, apuntó el Rector.
Periodista Oficina de Divulgación e Información
lidietteiwkb.guerrero @ucrqqwa.ac.cr
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